tag:blogger.com,1999:blog-56891608221178168062023-11-16T06:05:37.916-05:00La Nave de los Locos... en la Isla ocultaDos miradas narcisistas que desde la literatura pretenden vislumbrar los chillidos épicos del mundo.
Dos pretextos para exorcizar el tedio y sumarnos a las porfías y los vaivenes de la cultura nacional.
Dos náufragos del ciberespacio, desde el furtivo Camagüey, al centro-este de una Isla no menos oculta.Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.comBlogger49125tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-42652224530433571142013-08-05T22:11:00.000-04:002013-08-05T19:41:55.102-04:00Cuba: Mercado y Literatura <div class=WordSection1><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES>Mercado del Libro en Cuba ¿entre la utopía y el destino trágico?<o:p></o:p></span></b></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES><o:p> </o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>Le prometí a Osvaldo que antes de que acabara el año me adentraría en el tema. Al principio pensé publicar las notas escritas hace algún tiempo, las que titulé <b>El escritor cubano ante el mercado del libro nacional e internacional</b>. Luego reconsideré la decisión. Es un asunto demasiado complejo, polémico, medular, como casi todos los relacionados con la política cultural cubana, para reducirlo solo a consideraciones personales por válidas que sean. Entonces surgió la idea de un enfoque más amplio. Nos interesaba saber la opinión de los propios escritores, en especial narradores residentes en distintas zonas de Cuba, así como la de editores, investigadores y directivos de Instituto Cubano del libro. Nos hubiese gustado conocer también la otra cara del problema, la voz del lector, pero lamentablemente por ahora una encuesta masiva tendrá que esperar. Confeccionar un cuestionario sintético y abarcador a la vez no es tarea fácil. No obstante, asumiremos el reto y convocaremos a parte de los involucrados en el suceso, en un intento por llevar a debate, en momentos de transformaciones económicas en el país, una arista de nuestro mundo cultural que va más allá de la propia literatura y que tiene implicaciones políticas, históricas, sociales, artísticas y económicas. <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><i><span lang=ES>Miradas oblicuas en la narrativa latinoamericana contemporánea</span></i><span lang=ES>, libro publicado por Iberoamericana en el 2009, recoge artículos y ensayos de escritores y ensayista reconocidos, y dentro de los textos compilados aparece “El lobo, el campo literario y el hombre nuevo”, de Ronaldo Menéndez. Mirada incisiva y polémica a la situación del escritor cubano (los narradores esencialmente) ante lo que él define como “campo literario internacional”. Entre los mitos que, según enumera, fomenta el escritor cubano que vive en Cuba respecto los mecanismos del mercado internacional, está: “El mito-enajenación de que el mercado corrompe la literatura y la gran obra se hace en recalcitrante soledad por uno y para uno, y viva Kafka: se tiende a pensar que toda gran obra tarde o temprano va a ser descubierta y a triunfar. Quizás eso ocurría mucho en otros tiempos (aunque no estoy tan seguro, puesto que de lo no rescatado nada se sabe por definición). Siendo optimista, no creo que muchos quieran hoy ser descubiertos demasiado tarde, a lo Compay Segundo. Además, suponer que una gran obra es por naturaleza, solo para minorías y reacia al mercado, es como pensar que, porque existe un sujeto que además de inteligente es tartamudo, para poseer una auténtica inteligencia es necesario tartamudear”. Y más adelante agrega: “Nada de lo afirmado anteriormente implica un menoscabo de las obras (se refiere a la de los escritores cubanos) dentro y fuera de Cuba. Para ir terminando, dentro de la Isla se escribe bien, se tiene mucho tiempo libre, se accede al circuito editorial sin pasar por los aberrantes filtros del mercado, y a ningún escritor le preocupa cuántos libros vende. Esto, como ya se ha apuntado tiene sus innegables peligros, pero también contribuye al fomento, protección y promoción de buenas obras literarias”. <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>En octubre del 2011 el escritor Leonardo Padura, entrevistado por Rafael Grillo en <i>Isliada.com</i> a propósito de la publicación de <i>El hombre que amaba a los perros</i>, mencionaba como una de la razones por lo que (a opinión de Grillo) la literatura cubana actual estaba siendo ninguneada por el mercado y la crítica internacional, “la falta de un mercado del libro, con sus horrores y virtudes, pero que ayude de alguna manera a ubicar las cosas en su sitio, del modo medio ilógico en que lo hace, pero haciéndolo. Sencillamente no puede haber una proyección internacional de la literatura cubana sin ese mercado…” <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>El treinta de diciembre de aquel mismo año Marilyn Bobes publica en el periódico <i>Granma</i> el artículo “Necesidad o coyunda para el escritor”, y entre sus consideraciones están las siguientes: “Discrepo con algunos escritores que consideran saludable la exigencia mercantil de publicar. El acto de la escritura no puede estar relacionado con las demandas de un agente literario o de un editor. Debe obedecer a las necesidades de expresión de cada autor (…) Si bien la dictadura del mercado es un mal cuya tentaciones debemos evitar, la total indiferencia por él es, de la misma manera, un síntoma de narcicismo y de derroche que, en los tiempos que corren, se puede volver contra la nobleza de nuestros objetivos: hacer del cubano un pueblo más culto”.<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>En febrero del 2012, Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro, fue entrevistada por José Luis Estrada Bentancourt para <i>Juventud Rebelde</i>. “Todo parece indicar -le comenta el periodista- que la gestión comercial se ha visto a veces como un tabú…” Zuleica, que viene hablando de la importancia de las Ferias del Libro y de algunos cambios en los mecanismos de trabajo relacionados con racionalidad y la comercialización, responde: “En Cuba el libro nunca será mercancía en primer lugar, sino siempre en último. Lo que pasa es que nosotros no tenemos el derecho a malgastar los recursos que el país dispone para que produzcamos libros, y darnos el lujo de mantenerlos en un almacén. Por tanto, la gestión comercial hay que hacerla bien, no porque nos vayamos a convertir ahora en los mercaderes del libro, sino porque debemos aprovechar los recursos que se están sacando del torrente sanguíneo para que haya ferias como esta”.<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>Quisimos exponer estas opiniones, a manera de introducción, por sus diferentes puntos de vista. Es de esperar reacciones a favor o en contra, y, lo más importante, razonamientos que profundicen y enriquezcan. Vendrán, estoy seguro, infinidades de criterios que a su vez provocaran viejas y nuevas preguntas. Por el momento dejo suelta algunas interrogantes a modo de provocación:<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>¿Sería beneficioso o perjudicial para la literatura cubana la instauración de un mercado del libro real? <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>¿Cuánto más podrá sostenerse el actual sistema de fabricación y comercialización del libro, dentro del actual proceso de cambios en la esfera económica por el que atraviesa el país? <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>¿Estarían los escritores dispuestos a soltar la “teta” del estado? <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>¿Estaría el estado dispuesto a soltar la editoriales como entidades o cooperativas (palabra de moda) independientes? <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>¿Quién perdería más con la llegada de un mercado un mercado libro, ¿los lectores o los escritores? <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>¿Si es cierto que el mercado condiciona y “fabrica” lectores, cómo es posible que en Cuba, dónde no se publican los libros estrellas de la mercadotecnia internacional (novelas rosas, policiacos a <i>lo El código Da Vinci</i>, aventuras como las de <i>Harry Potter</i> o de mística-autoayuda como los de Paulo Coelho entre otros), sean tan buscados y leído? <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES>¿Necesitan, como considera Padura, los escritores de un mercado del libro para ubicarse definitivamente en el mapa de la literatura mundial? <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES><o:p> </o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES>Obdulio Fenelo<o:p></o:p></span></b></p></div><BR /> <BR /> <HR /> Estimado usuario favor no adjuntar mensajes mayores de 600 KB<BR /> Red Del Arzobispado de Camagüey<BR /> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-77606738383631665182013-07-09T09:54:00.000-04:002013-07-09T08:58:06.769-04:00Cuba: Iglesia católica y nacionalidad cubana<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJd5Mw4yMGol2hyKG7crPOCfPQYW5OPXrGTJ6GhaeJszojzAcu2zQMF_7ueq49jP5i6ieBjvlmJAQ0RIAbiWRu9dyWI6rI5jky2B-Pd_mGF1cumHzSWZC0hg5li8YikEJ5HijyOwzCJO4O/s1600/cartel+evento-786770.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJd5Mw4yMGol2hyKG7crPOCfPQYW5OPXrGTJ6GhaeJszojzAcu2zQMF_7ueq49jP5i6ieBjvlmJAQ0RIAbiWRu9dyWI6rI5jky2B-Pd_mGF1cumHzSWZC0hg5li8YikEJ5HijyOwzCJO4O/s320/cartel+evento-786770.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5898599368205853458" /></a></p><div class=WordSection1><p class=MsoNormal><b><i><span lang=ES>VII Encuentro Nacional de Historia “Iglesia Católica y nacionalidad cubana”<o:p></o:p></span></i></b></p><p class=MsoNormal><b><i><span lang=ES>Obispado de Cienfuegos, 9-11 de octubre de 2013<o:p></o:p></span></i></b></p><p class=MsoNormal><b><i><span lang=ES>Tema: “Patrimonio cultural e Iglesia en Cuba”<o:p></o:p></span></i></b></p><p class=MsoNormal><b><i><span lang=ES>Sección de Cultura<o:p></o:p></span></i></b></p><p class=MsoNormal><b><i><span lang=ES>Conferencia de Obispos Católicos de Cuba<o:p></o:p></span></i></b></p></div>Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-87212998861606886222013-06-30T11:59:00.000-04:002013-06-30T11:57:15.424-04:00Guatemala: Eduardo Halfon<div class=WordSection1><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES style='font-size:14.0pt'>El boxeador polaco<o:p></o:p></span></b></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'>Sabemos poco de la narrativa guatemalteca contemporánea. Conocemos algunos nombres y títulos virtuales, poco en físico. No es extraño entonces que se agradezca y devore lo poco que llega, aunque no siempre los autores, por diferentes motivos (todos entendibles) donen a Cuba lo mejor de su producción. Desconozco si <i>El boxeador polaco</i>, de Eduardo Halfon es una obra sobresaliente dentro su bibliografía, bastante extensa por demás pese a sus cuarentaiún años. Aquí me gana en primer lugar la novedad de la publicación, luego la manera tan diferente de contar que tienen nuestros colegas continentales con respecto a nuestra literatura. Halfon, incluido en el promocionado grupo Bogotá 39 (las nuevas caras de la narrativa latinoamericana después de los 90), parece pertenecer a esa corriente literaria que trafica con cuanto está a su alcance, incluyendo su propia vida, puesta a desnudo con nombre y apellido al proponerse como personaje narrador en las siete historias del libro. Sabemos de la ventajas del recurso (explotados por no pocos autores de valía) en términos de veracidad y conexión con el lector. El autor lanza el anzuelo “bajo palabra” y es como si confesara: Como me ocurrió, se los cuento. ¿Y qué nos queda si no creerle? Esta es una de las tendencias narrativas al uso: la autobiografía novelada, la crónica personal, la metaficción, alejada de los modelos clásicos del <i>boom</i>: el realismo mágico, lo real maravilloso, la metáfora colectiva. Prefieren el lenguaje claro y directo, en muchos casos coloquial, periodístico, a la complejidad narratológica de sus antecesores. Su patria es mundo, y sus protagonistas, cualquier hombre o mujer que desande una calle de Bogotá, Berlín, Santiago de Chile, New York o el D.F. Muchos nacen del camino abierto por grupos literarios como el Onda o el Crack, ambos mexicanos. El primero sumergido en los bajos mundos, el otro dispuesto a romper con la tradición, a asumir cualquier lugar del universo como propio. No pocos crecieron bajo influjo de la antología <i>Macondo</i>, donde según sus recopiladores Alberto Fuguet y Sergio Gómez, “El Macondo garciamarquiano ha sido sustituido por un ámbito urbano de comidas rápidas, <i>malls</i> gigantescos, computadoras y autos japoneses”. <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'>Pero Eduardo Halfon se me antoja más cercano a Roberto Bolaño, eslabón solitario (convertido, después de su muerte y con toda justeza, en el primer referente de esta oleada), y no hay duda de que ha asimilado con soltura y cierta originalidad (si es que la palabra mantiene su valía en los tiempos que corren) sobre todo en piezas como <i>Lejano</i> y <i>El boxeador polaco</i>, muchos más elaboradas, sicológica y ficcionalmente hablando. En ambas aparecen personajes que alcanzan dimensiones literarias que, sin llegar a ser estruendosos los fragmentos de vida escogidos por el autor para contar ni los finales de estos, convencen en su descarnada sencillez. El mayor peligro que veo aquí son los referentes intertextuales, lugares comunes recurrentes a algunos escritores jóvenes del área: las referencias cinematográficas y musicales, la visita a espacios históricos como los Campos de Concentración alemanes o la caída del muro de Berlín y la Unión Soviética. De cualquier manera Casa de las Américas sigue peleando por divulgar la literatura de Latinoamérica tan cerca y tan distante a la vez, pero sin duda necesaria.<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES style='font-size:4.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES style='font-size:12.0pt'>Obdulio Fenelo Noda<o:p></o:p></span></b></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></p></div>Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-51231018758604267362013-06-29T14:47:00.001-04:002013-06-29T14:46:56.468-04:00Razones para volver al BLOG (1)Rosalina, mi José Martí y la pasión absoluta
<br>
<br>Hace unos días murió Rosalina, a quien pudiera calificar como una escritora
<br>estéril, algún artículo en una revista provincial será su única herencia
<br>impresa para el futuro. Pero eso no importa, eso es una insignificancia, una
<br>bicoca (como dice Meñique a su princesa retado por el oscuro sortilegio que
<br>debe desentrañar), frente al mérito de su vida profesoral. Aunque Rosalina
<br>al final trató de escribir y de publicar, infructuosamente (y creo que de
<br>algún modo colaboré en su fiasco).
<br>Muchos se enorgullecen de los libros que han escrito, yo puedo hacerlo con
<br>los que he leído; o algo así dijo el gran Borges; puedo decir de Rosalina
<br>que estaría orgullosa de sus lecturas, sí, pero infinitamente más orgullosa
<br>de las páginas que explicó, que compartió en la alegría y el dolor con todos
<br>los que fuimos sus alumnos, durante 30 años de pasión absoluta por la
<br>literatura y el magisterio.
<br>"Esta vieja llora de verdad", me dijo un colega árabe que parece había visto
<br>a mucha gente en Cuba llorar de mentiras. Y Rosalina lloraba explicando a
<br>Machado y Miguel Hernández, a Lope y Gongora, a Quevedo y Cervantes… En un
<br>aula de futuros maestros de Español y Literatura (de los cuales el 70 por
<br>ciento, no había leído un libro completo en su vida), y en Cuba, durante los
<br>años más caóticos de nuestra última historia, cuando solo teníamos un aguado
<br>café para sostener el hambre de varias horas de clases, Rosalina consiguió
<br>lo impensable: la lectura íntegra del Quijote por todos sus alumnos, y el
<br>disfrute, el gusto y el regusto que lleva ese acto consigo, por casi la
<br>mayoría, no me atrevo a exagerar. Valga aclarar que había 4 saharauis, un
<br>yemenita y un guineano, entre ellos.
<br>Pero también se reía, y fumaba, ah cómo fumaba, y hacía cuentos de su nieto
<br>Kevin, que era el niño más inteligente del mundo… y era capaz de una ironía
<br>filosa como un cuchillo pero que yo disfrutaba y quizás aprendí un poco;
<br>también a veces parecía lejana y ajena a la realidad, pero de pronto te
<br>halaba por el brazo, y en el mejor tono, y también en el peor, te aclaraba
<br>la mente con un consejito, que podía ir desde tu relación sentimental hasta
<br>cómo mejorar tu dieta porque estabas muy flaco, "en llamas" como decíamos
<br>entonces. Era época de hambre, y Rosalina aumentó la nuestra con la suya;
<br>con esa pasión por devorar a los maestros de la literatura española, que
<br>como era la que explicaba era su preferida, además "¡es la que lees de
<br>verdad, oyendo al autor, porque es tu lengua, muchacho, lo otro son
<br>traducciones!".
<br>Otra de sus pasiones, o quizás la primera, fue José Martí, a quien amaba
<br>profundamente, pero a pesar de su ello no perdía el sentido crítico al
<br>comentar su vida personal y su novela Amistad funesta, "que es
<br>verdaderamente funesta". He tenido después maestros más doctos y algunos
<br>verdaderamente brillantes y agudos, pero en todos ha faltado aquella
<br>exaltación de Rosalina, aquella cercanía hiperbólica con el autor comentado,
<br>que tanto agradece un lector novel. Compartir con ella el curso de seis
<br>meses del monográfico martiano me dio las luces necesarias para aprehender
<br>mi Martí personal; aquel Martí todavía es mío, y también gracias a ella mi
<br>imagen del héroe no se parece a la suya. Porque Rosalina, como los buenos
<br>maestros, nos mostró en sus clases, con sus aciertos y sus errores, el
<br>verdadero ejercicio de la libertad, que ella también defendió con ardor.
<br>Así voy a recordarla, libre en su pensamiento y en su obrar. Libre como
<br>cuando escogió no sufrir los rigores de un tratamiento para alargar un final
<br>que sabía pronto e inevitable. Lúcida hasta el último minuto, como cuando
<br>acaricié su cabeza en mi última visita, y le dije, porque no sabía manera
<br>mejor, "que Dios te cuide", y pronta me respondió: "Y falta que me va a
<br>hacer".
<br>
<br>Osvaldo Gallardo González
<br> junio de 2013Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-56610684568530679172013-06-29T14:47:00.000-04:002013-06-29T14:46:38.276-04:00Mi hijo frente a la casa del Maestro<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggmDUFq0rpQh79LxLrUdHO1NAj1NB3v00-IMrGrjHzwwe-2O1gfH2ftvhvk2qEVAlqnGj2C0D3v3qUMwC3-tFuT8xTtNrVnzCa-2YPTXMRlCfprtalMmuzX6ELFcW7ec92DzeV6h2l5utv/s1600/%253D%253Fiso-8859-1%253FQ%253FMi_Jos%253DE9_Francisco_frente_a_la_casa_natal_de_Jos%253DE9_Mar%253F%253D%2509%253D%253Fiso-8859-1%253FQ%253Ft%253DED.-798278.jpg%253F%253D"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggmDUFq0rpQh79LxLrUdHO1NAj1NB3v00-IMrGrjHzwwe-2O1gfH2ftvhvk2qEVAlqnGj2C0D3v3qUMwC3-tFuT8xTtNrVnzCa-2YPTXMRlCfprtalMmuzX6ELFcW7ec92DzeV6h2l5utv/s320/%253D%253Fiso-8859-1%253FQ%253FMi_Jos%253DE9_Francisco_frente_a_la_casa_natal_de_Jos%253DE9_Mar%253F%253D%2509%253D%253Fiso-8859-1%253FQ%253Ft%253DED.-798278.jpg%253F%253D" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5894978329602531074" /></a></p><div class=WordSection1><p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p></div>Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-72731746396917209382013-06-29T12:24:00.000-04:002013-06-29T12:22:51.988-04:00Cuba: Marcial Gala<div class=WordSection1><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:normal'><b><span lang=ES style='font-size:14.0pt'>La Catedral de los negros tiene quien le escriba<o:p></o:p></span></b></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height:normal'><b><span lang=ES style='font-size:14.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'>¿Qué ha pasado con la novela cubana en los últimos veinte años? Hubiese sido una buena pregunta para empezar si la respuesta no fuera demasiada complicada, imposible de resolver en tan poco espacio. Prefiero cambiar el enfoque, salir del ruedo, ver los toros desde las gradas y corregirme: ¿Qué ha pasado con el lector cubano en los últimos veinte años? El lector cubano, ese que persigue personajes inolvidables e historias entrañables de nuestra cambiante y a veces insólita realidad, simplemente no tiene quién le escriba. <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'>Como toda afirmación humana, la anterior tampoco es absoluta, pues sabemos de la existencia de un grupo reducido de autores nacionales capaces de quitarles el sueño a un buen números de lectores (Chavarría, Pedro Juan, Padura, Lorenzo Lunar…), aunque en términos de promoción, en algunos, y del número de ejemplares impresos, en otros, aún no se cubran las expectativas y la gran mayoría queden sedientos. Cuando me hicieron la propuesta de presentar <i>La catedral de los negros</i> de Marcial Gala, Premio Alejo Carpentier de novela 2012, acepté entusiasmado. Sin embargo al día siguiente pasé de la euforia a la preocupación. ¿Y si era otro que apostaba al olvido del lector en aras de la inmortalidad literaria? Decidí salir de dudas y antes de lo previsto ya estaba en busca del libro. No exagero si digo que cuando lo tuve a solas en las manos, respiré profundo. Luego, muy lento hojeé las primeras páginas y comencé a leer. “¡Ño, que alivio!”, me dije, por fin otro que intenta hablar de cosas duras y profundas de la manera más simple. Lo novedoso era la forma, las búsquedas literarias relacionadas con la estructura y el narrador, siempre en función de la historia, de crear una narración movida, rica en matices, una atmosfera de suspenso que dura hasta el final. <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'>Desde las líneas iniciales del texto sabemos que va a suceder algo siniestro. La familia Stewart llega de Camagüey a una cuartería de la ciudad de Cienfuegos y parece arrastrar con ella algún misterio trágico, un halo de ángeles malditos. En seguida suponemos que se trata un policiaco, en su variante más moderna, escrito en cuerda de testimonio a varias voces, para luego descubrir que es mucho más. Marcial parece beber en lo mejor de la tradición narrativa oral cubana convertida en literatura: Lino Novás Calvo, Cabrera Infante, Soler Puig, Miguel Barnet, y en ese otro referente latinoamericano casi obligatorio ya, el Roberto Bolaño de <i>Los detectives salvajes</i>. Aquí encontraremos prostitutas, proxenetas, ladrones, guapos, cristianos devotos y falsos cristianos, policías, funcionarios, artistas y hasta un asesino en serie, protagonistas y narrador de gran parte de la historia. Cada quién da su propia versión de los hechos a modo de confesión o catarsis, pero el autor se las arregla para controlar la información, mantenernos a la expectativa y crear su propia crónica de varias muertes anunciadas. Hay muy poco de artificio en el lenguaje, cada declaración es un torrente lingüístico cargado de giros y frases provenientes de diferentes estratos sociales, con especial recargo en el habla coloquial, en la jerga del bajo mundo. Aunque a ratos se cuente desde Texas, La Habana o Barcelona, Punta Gotica es el escenario principal, barrio pobre donde los seguidores de la Iglesia del Santo Sacramento, con Arturo Stewart a la cabeza, deciden erigir un templo, el mayor de toda la ciudad, bautizado por <i>vox populi</i> como “La Catedral de los negros”, que se me atoja un símbolo semejante a la majestuosa Ciudadela La Ferriére de Henri Cristophe en <i>El reino de este mundo</i>, emblema de la grandeza y caída de un falso imperio que nunca se superó a sí mismo. Leemos y leemos y todo es tan cruelmente real que llega a rozar el absurdo, con su porción de realismo mágico, podríamos decir a falta de mejor nombre. <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'>¿El resultado? Una novela difícil de clasificar, repleta de matices y personajes complejos síquica y emocionalmente. Si alguna categorización mereciera, sería la de obra apocalíptica, creadora de un universo cargado de connotaciones sociales, históricas y humanas. El mayor favorecido será el lector que podrá otra vez calmar su hambre de relatos escritos a la cubana y no con modelos importados. Y a Marcial Gala tendríamos que agradecerle el “sacrifico” a favor de nuestros olvidados lectores. <o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align:justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES style='font-size:12.0pt'>Obdulio Fenelo Noda<o:p></o:p></span></b></p><p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></p></div>Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-22863508363990826062012-12-09T13:27:00.000-05:002012-12-09T13:35:28.059-05:00Centenario de la Diócesis de Camagüey <p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWKkcrSCI4qp-i-4yZXYZl0mps-Tbhv0zgoUqN-vGjUUIY5HnI6RBftEhunnMdy9l0D1O_RcG29-LD3Ot4rA1qkNePxm_vuZyiXbRx4aU2oaYrivZ2LGwet0E7cFlnSjrXIXnqfibRYxar/s1600/Centenario-728059.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWKkcrSCI4qp-i-4yZXYZl0mps-Tbhv0zgoUqN-vGjUUIY5HnI6RBftEhunnMdy9l0D1O_RcG29-LD3Ot4rA1qkNePxm_vuZyiXbRx4aU2oaYrivZ2LGwet0E7cFlnSjrXIXnqfibRYxar/s320/Centenario-728059.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5820016246330983074" /></a></p><div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-indent: 1.0cm;line-height:normal'><b><span style='font-size:14.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"'>La Diócesis de Camagüey: cien años de</span></b><b><span style='font-size:16.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'> </span></b><b><span style='font-size: 14.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"'>servicio</span></b><a name="_GoBack"></a><span style='font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"'><o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>El próximo 10 de diciembre la Iglesia Católica en Camagüey celebrará cien años de haber sido constituida diócesis por el papa Pío X; con esta institución, la Santa Sede reconocía en Camagüey una población significativa por sus estructuras eclesiales, por sus proporciones y, sobre todo, por la práctica de su fe cristiana, en la cual y desde la cual el Vaticano daba fe de que existía y actuaba la Santa Iglesia Católica. Su cuidado pastoral entonces requería la pericia y dignidad de un obispo, y su ciudad una catedral y un obispado.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Como la diócesis se identifica con un territorio específico, la provincia y ciudad agramontinas recibían además, con este nombramiento, una distinción que encumbraba a toda la sociedad civil.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Una primera aproximación a la historia de la “Ciudad de las iglesias” nos permite comprender que la creación de la diócesis camagüeyana fue un acontecimiento eclesial y civil que contó con importantes antecedentes. Existen evidencias históricas de que por primera vez a finales del siglo XVIII algunos eclesiásticos consideraron la necesidad de una diócesis en Puerto Príncipe. Incluso un acta capitular de 1818 solicitaba se llevara a efecto la creación de la diócesis; lo cual es un claro signo de la conciencia patriótica desde el amor a la localidad vinculado a la fe y la búsqueda del progreso. Sin dudas, la vida de la Iglesia y su influencia en la sociedad ya eran notables.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Sin embargo, fue en el siglo XIX donde los camagüeyanos tuvieron como nunca antes la oportunidad de contemplar la obra de la Iglesia a través de insignes cristianos que marcaron para siempre la historia del Camagüey .Entre ellos destacan el Rvdo. P. Fray José de la Cruz Espí, conocido como el Padre Valencia, fraile de la orden de San Francisco, quien con su ingente obra en favor de los leprosos y los pobres proveyó a esta ciudad de un monumento a la caridad: el hospital de mujeres (hoy desaparecido); un monumento a la fe: la iglesia del Carmen; y un monumento a la esperanza: el convento de las Ursulinas (actual Oficina del Historiador de la Ciudad). Construyó además el leprosorio, la hospedería San Roque para acoger peregrinos y la iglesia de San Lázaro, además del puente sobre el arroyo “Las Jatas”, obras avaladas por el testimonio extraordinario de coherencia de vida pobre, entregada totalmente al servicio de los más necesitados. Una calle de esta ciudad lleva hoy su nombre, inmortalizando las intensas jornadas que recorría el fraile conduciendo enfermos de lepra hasta el hospicio que les había construido en las afueras de la villa. Junto al P. Valencia, el P. Olallo y el P. Felipe también fueron homenajeados por el pueblo principeño que puso sus nombres a calles de la ciudad armonizando con una constelación de santos, por los que todavía hoy los camagüeyanos nombramos las calles y plazas de nuestra localidad. <o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Otro religioso cuya huella marcó para siempre nuestra historia fue Fray José Olallo Valdés, hermano de la orden hospitalaria de San Juan de Dios. Primer cubano a quien la Iglesia Universal reconoció como Beato por su obra caritativa en favor de los enfermos, a quienes sirvió heroicamente, arriesgándose en medio de epidemias de cólera morbo. Como Valencia, Olallo movido por la misma misión de la Iglesia, socorrió leprosos, niños enfermos y sin escuelas, ancianos abandonados y esclavos, y defendió el derecho de todos a recibir la mejor atención sanitaria, sin importar su procedencia o condición social.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>La conocida como Plaza del Cristo aún conserva el nombre del P. Gonfaus de quien atesora un monumento; cura párroco de la iglesia que la preside, gran misionero, comprometido con la causa independentista proporcionó medicinas, alimentos, e informaciones a las tropas insurrectas. Tal fue su labor, que quiso el pueblo reconocerla otorgándole el grado de capitán del ejército libertador y una pensión como veterano, pero por modestia rehusó a ambos. Fue electo concejal del Ayuntamiento en las primeras elecciones de 1900. <o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Entre los hijos insignes de la iglesia camagüeyana en el XIX, es imposible obviar a los fieles católicos Ignacio Agramonte y Amalia Simoni, quienes sellaron su amor en matrimonio cristiano frente al altar de Ntra. Sra. de la Soledad. Amor cuya fidelidad juraron había de ser como la de Cristo a su Iglesia y así cumplieron, estableciendo una familia ejemplarísima. El amor de Ignacio y Amalia quedó testimoniado en un epistolario que sigue siendo hoy de necesaria inspiración para una sociedad en la que urge salvar la institución familiar.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Muchos fueron los católicos que dieron lustre a la iglesia y sociedad del Camagüey decimonónico, personalidades de la talla del doctor Carlos Juan Finlay, fiel de la parroquial mayor, y Gertrudis Gómez de Avellaneda y Arteaga, gloria de la poesía romántica, quien legó un devocionario de honda espiritualidad y valor literario.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Fueron ellos y otros muchos quienes predicaron el Evangelio de Jesucristo con palabras y con el lenguaje cristiano de las obras de misericordia: instruir, aconsejar, consolar, confortar, dar de comer, dar vestido, acoger al que está sin techo, visitar y asistir enfermos y presos, enterrar dignamente a los muertos. Obras por las que la Iglesia y la sociedad prepararon sin presentirlo la realidad de una Iglesia que merecía ya la dignidad de diócesis.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Testigos colosales de la presencia activa de la Iglesia lo constituyen el magnífico sistema de templos: joyas de la arquitectura y de la historia que todavía impactan al visitante que se adentra en las calles de la “Ciudad de los tinajones”: La Mayor, hoy Catedral Metropolitana; La Soledad; La Merced, con su hermoso convento; Santa Ana; El Cristo del Buen Viaje; San Juan de Dios, con su hospital; El Carmen, antaño con su hospital y su convento; San Francisco, sustituida hoy por el Sagrado Corazón; la Caridad; monumentos que junto a las plazas y el singular trazado de las calles hicieron a parte de nuestro centro histórico merecedor del título de Patrimonio de la Humanidad. <o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Esta ciudad no ostenta grandes palacios residenciales, pues la fortuna de los patricios camagüeyanos se dedicó fundamentalmente a la edificación de monumentos a la fe y centros católicos para la educación y la asistencia social. Aquí resplandece, junto a otros, el ejemplo de la Srta. Dolores Betancourt y Agramonte. Además de preocuparse por la asistencia a los más necesitados, ayudó a construir la casa conventual, iglesia del Sagrado Corazón y colegio escolapio, que a pesar del tiempo y el deterioro todavía se levantan imponentes en nuestra ciudad. Muchas otras iglesias de Camagüey se vieron beneficiadas por la caridad de Dolores, quien inconforme con lo que pudo hacer en vida dejó grandes sumas de dinero en su testamento a favor de construir iglesias como la de San José en la Vigía, reparar otras y dar educación a los más pobres.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Llegado el siglo XX y superadas las limitaciones que supuso el patronato regio para la obra de la Iglesia, el Papa San Pio X, por medio de la bula </span><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif";font-style:normal'>Quae catholicae religioni </span><span style='font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"'>creó las diócesis de Camagüey y Matanzas, haciendo coincidir los límites con los de las provincias civiles del mismo nombre. Tal designación constituyó un reconocimiento, como hemos señalado, pero también un estímulo a la vieja Iglesia de joven obispado que en la primera mitad del recién estrenado siglo se aplicaría a proseguir e incrementar la obra de sus antecesores. <o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Durante el siglo XX, la Iglesia en Cuba tuvo la ocasión de superar los moldes españoles impuestos en la época colonial y encarnarse cada vez más en la sociedad y cultura cubanas. Después de las desamortizaciones del XIX en que el régimen español expulsó las órdenes religiosas de sus territorios, se hacía sentir con más fuerza la obra de monjas y hermano, sobre todo en los campos de la educación con la fundación de colegios e institutos. También en el terreno asistencial con orfanatos, hogares de ancianos, hospitales y dispensarios. <o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>El principio de encarnación, esencial al cristianismo, supone que los contenidos inmutables de la fe y misión de la Iglesia han de adoptar los modos propios de cada cultura y a través de ellos expresarse y transformar la realidad. De este modo, la Iglesia se compromete con la historia de los pueblos, y Camagüey no fue la excepción. Aunque fueron muchos los católicos que se pusieron de parte de los más humildes para asistirlos en sus necesidades y defender sus derechos, de un modo singular resplandeció la figura del Padre Amaro, párroco de Nuevitas, a quien su pueblo le dedicó una tarja que habla por sí sola: </span><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif";color:#010202;font-style:normal'>Monseñor Amaro Rodríguez Sanromán, Hijo Adoptivo de la Ciudad, por acuerdo de nuestro Ayuntamiento, siendo tan ejemplar su brillante ejecutoria como pastor de almas y como ciudadano que en todo movimiento cívico y de progreso de la ciudad está escrito su nombre con letras de oro. Impulsor de la carretera Camagüey-Nuevitas, y de nuestro Acueducto. Paladín enérgico y cristiano de los trabajadores y de las clases humildes. Los padres especialmente, llevan todos en su corazón al “Padre Amaro”. Como testimonio de cariñoso afecto, y como emulación a sus sucesores y a todos los ciudadanos, sus feligreses y el pueblo todo de Nuevitas erige esta sencilla tarja para perpetuar el recuerdo del virtuoso Sacerdote que al marcharse no quiso aceptar ningún homenaje público”. </span><span lang=EN-US style='font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"; color:#010202;font-style:normal'>Imitemos las virtudes del “Padre Amaro”.</span><span lang=ES-MX style='font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"; color:#010202'><o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif";color:#010202'>La expansión de la Iglesia hacia el interior de la provincia fue obra de la recién erigida diócesis, que se aplicó a la fundación de parroquias y capillas, muchas con colegios y dispensarios. Particularmente las décadas del treinta y cuarenta fueron muy prolíferas en construcciones: la capilla provisional de Elia, junto a Baraguá, Gaspar, Piedrecitas, Falla, Chambas, Vertientes, Lugareño, Céspedes, Algodones, El Francisco, Macareño, Hatuey, Galvis, Ranchuelo, Punta Alegre, Violetas, las cinco capillas de Nuevitas debidas a la labor de Mons. Amaro, Alta Gracia, capilla provisional de Cascorro, Sibanicú, Velazco y Florat entre otras, que serían levantadas en la siguiente década. </span><span style='font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif";color:#010202; font-style:normal'><o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif";color:#010202'>Celebrar estos cien años nos hace volver la mirada hacia los pastores que a su cargo tuvieron el cuidado de esta porción del pueblo cubano. Fue el primero de ellos el carmelita descalzo Fray Valentín Zubizarreta y Unamunsaga, extraordinario pastor en los inicios de esta diócesis, hasta su traslado a Cienfuegos en 1922. La sede vacante fue ocupada por Mons. Enrique Pérez Serantes, infatigable misionero que recorrió cada rincón de la diócesis, dejando por todas partes anécdotas de su entrega como buen pastor. En el año 1949, le sucede Mons. Carlos Ríu Anglés, quien impulsó los colegios parroquiales. En 1961, debido a su prolongada ausencia por razones de enfermedad, la Santa Sede nombra al P. Adolfo Rodríguez Herrera, Vicario General y Gobernador Eclesiástico. El 16 de julio de 1963 es consagrado obispo, para ser el primer cubano y camagüeyano en ocupar esta sede episcopal. Su misión de pastor se prolongó por cuarenta años, en los que su honda espiritualidad y sabiduría le valieron para levantar una Iglesia que había quedado diezmada en la nueva situación político-social. En enero de 1998, recibe en Camagüey al papa Juan Pablo II, visita que preparó con una histórica misión diocesana impulsada por laicos, a la cual él mismo calificó como la tercera etapa de la evangelización en Cuba: “los cubanos evangelizando a los cubanos”. Cuando en diciembre del mismo año, el Papa declaraba a Camagüey como Arquidiócesis y a Mons. Adolfo como su primer arzobispo, reconocía los frutos que a lo largo de su historia la diócesis había producido, y bendecía la obra de su pastor. <o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman","serif";color:#010202'>El 24 de agosto de 2002 tras la dimisión canónica de Mons. Adolfo, toma posesión el actual arzobispo, Mons. Juan de la Caridad García Rodríguez. <o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'>Al celebrar los primeros cien años de la diócesis de Camagüey, nos reconocemos herederos de esta tradición y nos sentimos orgullosos de continuar la misión evangelizadora y humanitaria de la Iglesia. Cuando la Iglesia hoy asiste al enfermo, consuela al preso, da esperanza a quienes la han perdido, defiende el derecho a la vida, promueve y educa en valores esenciales al ser humano, no hace sino cumplir la misión que le es intrínseca e imprescindible en cualquier sociedad y realidad cultural.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman","serif"'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span style='font-family:"Times New Roman","serif"'>P. Rolando Gibert Monte de Oca Valero</span></b><b><span style='font-size:11.0pt;font-family:"Times New Roman","serif"'><o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=EN-US style='font-family:"Times New Roman","serif"'>Lic. Osvaldo Gallardo González</span></b><b><span style='font-family:"Times New Roman","serif"'><o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;text-indent:1.0cm;line-height:normal;text-autospace:none'><b><span style='font-family:"Times New Roman","serif";color:#010202'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span style='font-family:"Times New Roman","serif"'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal align=center style='text-align:center'><span lang=EN-US><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-88019332703106963032012-11-12T18:21:00.001-05:002012-11-12T18:21:57.474-05:00Aura: Carlos Fuentes<div class=Section1> <p class=MsoNormal><b> (Diez relatos que cambiaron la literatura hispanoamericana)<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>Cualquiera neófito que hubiese visto sus fotos de los últimos años pensaría que se trataba de un viejo galán del cine mexicano de los cincuenta: la mirada profunda, el pelo caneado, el bigotón aún vigoroso, la pose seductora, solo faltaba el sombrerote. Sin embargo, era un escritor llamado Carlos Fuentes, de los más grandes intelectuales de siglo veinte en América. El quince de mayo pasado, cuando murió a los ochentaitrés años y vi nuevamente su imagen en el periódico <i>Granma</i>, no pude evitar otra vez la analogía, y por momento quedé confundido al preguntarme, más allá del intelecto, cuál es la real trascendencia literaria (a nivel mundial) de otro de los autores míticos del <i>boom</i>. No me atrevo a responder con certeza, pues mi criterio estaría condicionado por el gusto e incompletas lecturas. Lo cierto es que en Cuba Carlos Fuentes no fue de los narradores más leídos de su generación ni por el gran público ni por el gremio literario. Incluso es casi seguro que de no ser por las dos o tres de novelas publicadas y la gran publicidad que alcanzaron los García Márquez y compañía, sería un perfecto desconocido. <i>Gringo Viejo</i> fue la última editada en el país y gozó de algunos seguidores, aunque su resonancia ni se acercó a la que produjo <i>Aura</i>, un relato de apenas veintiséis páginas según la edición publicada por Casa de las América en 1970, bajo el título <i>Quince relatos de América Latina</i>. Aquel texto no solo zarandeó a los escritores cubanos de entonces y a las generaciones siguientes, sino que movió para siempre el piso narrativo de la literatura hispanoamericana. <i>Aura</i> resultó un experimento alucinante y eficaz, fruto de la mejor novela inglesa de “aparecidos” (Jemes, Stevenson) y la vanguardia americana que va de Borges a Faulkner y pasa por Lugones, Alfonso Reyes u Octavio paz. Ahora que la releo, sorprende su ambigua perfección, ese raro tufo de perpetua modernidad tan difícil de encontrar en literatura. Se lee, aunque suene a lugar común, como si hubiese sido escrita ayer mismo. Es una historia de ciudad, de cualquier ciudad (unas de ganancias del <i>boom</i>), donde por supuesto existen profesionales recién graduados en busca de empleo y aristocráticas mansiones y familias en decadencia. Felipe Montero, historiador joven “cargado de datos inútiles”, descubre en la presa un anuncio tentador que incluye buen salario, techo y comida. No lo piensa dos veces y muerde el anzuelo, ¿dulce anzuelo podríamos decir?, y llega al parecer a un viejo palacete colonial, vetusto y laberintico donde lo recibe, en apariencia postrada en la cama, la señora Consuelo, viuda del general Llorente. Su trabajo consistirá en ordenar la papelería inédita del caudillo con vista a su futura publicación. Hasta aquí nada anormal. ¿Y entonces? De repente irrumpe en la trama Aura y la normalidad se trastoca. La joven, de irresistible sutileza, con cierto don de ubicuidad, refresca la atmosfera asfixiante y crea pequeños micro mundos eróticos dentro de la casa, a veces paralelos, a veces centrífugos, a los que sucumbe como un adicto Felipe. Todo se confunde, Aura, Consuelo, un conejo. En este punto no sabemos en realidad cuántas mujeres, animales o plantas sobreviven dentro de la mansión, y hasta el final no logramos entenderlo. Las historias de fantasmas tienen miles de seguidores y se puede decir que nacieron con la propia literatura, incluso antes, pero, ¿qué tiene esta en particular? Primero, que es una historia de amor, donde alguien se niega a dejar de amar, a no ser amada, y segundo, la maestría del escritor a la hora de construir las escenas, de mover los personajes, y sobre todo de narrarlos. La segunda persona se puede decir que era desconocida como voz narrativa en lengua española. Carlos Fuente fue el primero en intentarlo y resolverlo a gran altura. Ese ha sido luego un camino bastante transitado con mayor o menos suerte, nunca con la apabullante destreza del mexicano. En el 2008 se cumplieron cincuenta años de la publicación de <i>La región más transparente</i> (para algunos su mejor novela) y La Real Academia de la Lengua Española anunció una edición conmemorativa como reconocimiento. Ya pasaron los cincuenta de <i>La muerte de Artemio Cruz </i>(1959) otra de sus obras destacadas por la crítica. A mí que me dejen con <i>Aura</i>, esa joyita del relato hispanoamericano de la cual me es imposible salir ileso luego de cada relectura. El texto original data de 1962 bajo el sello editorial Era, así que en este 2012 <i>Aura</i> también tendrá sus cincuenta y se me antoja más moderna y vital que sus “hermanas mayores”.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal'><b>Obdulio Fenelo Noda<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-26284136554452094142012-10-12T21:24:00.000-04:002012-10-12T21:25:35.795-04:00(Casi últimas) Instrucciones para morir en invierno<div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD>XIX<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD>Está bien que diciembre traiga su agonía y el sol ya no se plante como un Buda encendido al fondo de la calle. Que alguien queme la alegría en la añoranza de la nieve, y llegue don Pascual de Alaska a visitarnos (el patrón de los hombrecitos de hielo). Yo me esconderé por noventidós días en la aldea de mis libros, rodeado por querubines sonrientes, hasta que una voz descubra la llegada de la primavera y me haga retornar, adormecido, a inventarme las labores de la lluvia y sus desdichas.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD>XX<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD>Soy un extraño, y la extrañeza me hace padecer otras variantes del asombro. Gusto de deslizarme hasta el centro del patio, y contemplar la casa desde lejos, como una concha gigante que respira lentamente. Después debo regresar o perderme. Pueden arder mis libros, volar mis escritos. No será ya mi sangre circulando, la conversación a media noche. Soy un extraño. Todos lo notan en la casa: el viejo reloj inventa un gesto lastimoso y a la seis en punto me invita a maldecirme. Comprendo, sólo esto soy, otro objeto que maldice, un desconocido que ha extraviado la palabra y no se acostumbra a las sombras<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD>XXI<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD>He aprendido a rodearme de las cosas que me gustan: una reproducción de Sir Anthony Van Dyck, la colección <i>Clásicos Jackson</i> y media docena de discos, todos jazz de la época dorada, cuando Louis Armstrong y King Oliver se enredaban en duelo de ángeles poseídos en un bar de New Orleans. Los descubrí en un puesto por la calle Independencia, donde se venden objetos usados. Me sorprendió el viejo vendedor al hablarme de Billie Holiday como una amiga cercana: “Esa música murió con ella, al igual que una parte de mí”. Lo cierto es que aún preciso estos objetos melancólicos para espantar todo lo leve y hambriento, la tristeza en que me pierdo y me rebelo. Pero ahora, estoy seguro, puede llegar la muerte a combatirme sin rémora o zozobra. Quedaré esperando tranquilo, acumulado y soso, decidido a cumplir la paz de vida custodiado por mis fantasmas.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><span lang=ES-TRAD>Obdulio Fenelo Noda<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt'>De <i>Quemar las Naves</i>, Ácana, 2002</span><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'><o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal><span lang=ES-TRAD><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><span lang=ES-TRAD><o:p> </o:p></span></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-62488545478731389662012-09-17T09:19:00.000-04:002012-10-13T18:46:50.568-04:00Internet y la lectura en Cuba<div class="Section1">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 14.0pt;">De la Biblia de Gutenberg a la fragmentación de la soledad<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;">No recuerdo placer mayor que la soledad conseguida en el Instituto Preuniversitario en mis 16 años, en medio de un aula de 40 alumnos podía sumergirme, en los ratos nocturnos del autoestudio, en la lectura de una novela apasionante. El Instituto en el que estudié estaba signado por dos realidades muy contrastantes para el adolescente que fui: el hambre y las matemáticas; era un instituto especializado en Ciencias, con un rigor académico digno de una buena escuela europea y una alimentación mucho más que escasa. El año de 1992 sacudía de hambre a Cuba, en una crisis económica sin precedentes,</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;"> o quizás solo emulada por la Reconcentración</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;"> de Weyler en la Guerra del 95 contra España, y yo no tenía mejor forma de paliar esa hambre que la lectura, el consumo voraz de cientos de libros. El hambre, entonces y definitivamente, me salvó del hambre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;">Esta evocación personal es la primera constatación que me provoca el artículo “Gutenberg recargado”</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">[3]</span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;"> del profesor Patricio Bernedo, director del Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile. El profesor Bernedo pone a dialogar a Gutenberg y su invento con la actualidad, a partir de las premisas que hicieron posible el triunfo de una iniciativa que en 50 años cambió radicalmente el panorama editorial con respecto a todo un milenio anterior. Desde las 140 Biblias en papel de Gutenberg en su imprenta y el revuelo que causaron, hasta el ebook, o libro electrónico, y sus bondades, Bernedo hace balance en pocas líneas del modo cultural con el que los lectores de ayer se enfrentaron al adelanto de la reproducción seriada: la satanización de la imprenta, que tuvo costos muy elevados en los planos religioso y político, la aseveración de la reducción de su valor artístico frente al libro de los copistas, la “democratización” del acto de la lectura que propició inmediatamente en toda Europa, la reducción de los precios, la expansión de los conocimientos y el florecimientos de las bibliotecas; para constatar finalmente, que una reacción en mucho parecida despierta su homólogo electrónico: </span><i><span style="font-size: 12.0pt;">Entre sus detractores, hay quienes se quejan de que no tenga olor ni textura, que no se puedan doblar sus páginas, e incluso que no sea posible utilizar marcadores especiales ni tampoco “guardar una flor entre sus páginas”. Como expresa un nostálgico lector en un blog: “Simplemente no es lo mismo”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Más adelante señala: <i>Otra de las “sospechas” hacia el libro electrónico apunta a que obedecería más a una imposición de los grandes consorcios como Amazon, Apple, Sony, Microsoft y Google, que a una demanda real del mercado </i>[…].</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12.0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">[4]</span></span></span></span></a><span style="font-size: 12.0pt;"> Bernedo, en este interesante artículo, no oculta sus simpatías por el modelo electrónico y alaba los recursos digitales con que los comerciantes tratan de propiciar que el <i>tránsito de la lectura de libros de papel a libros electrónicos sea lo menos traumático posible, que la experiencia de la lectura no genere ninguna “pérdida” para el lector.</i></span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12.0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">[5]</span></span></span></span></a><i><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Dentro de este análisis, no debe soslayarse un aspecto muy significativo, y que me gustaría enfatizar, el profesor Bernedo constata que los libros electrónicos son el resultado, de alguna manera, de la necesidad de conectividad, y de la importancia que los teléfonos móviles y computadores portátiles, y sus nuevas acepciones, encuentran en los diversos universos humanos. La posibilidad de obtener libros, vídeos, música, prensa, en un pequeño dispositivo, aunque aumenta hasta el infinito las posibilidades de lectura reduce también las necesidades comunicativas tradicionales, y entre estas la lectura tiene un papel predominante. No creo que lo más imperativo de esta crisis sea la imposición de un “nuevo” objeto libro, y sí la exigencia de un hábito de lectura fragmentado que va en contra de la profundidad y del gusto por la lectura. Esta es la época del “disgusto” por la lectura, realidad pasmosamente evidente en el universo de la niñez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-size: 12.0pt;">En mi país Cuba, donde los índices de educación fueron significativamente altos en las últimas décadas, y al menos, estadísticamente continúa siendo así, es evidente el analfabetismo funcional que padece gran parte de la población, visto a través de la ausencia de estrategias críticas de lecturas, paradigmas obsoletos y carencia de acceso a las nuevas tecnologías de la información. A pesar de que el último fin de semana, Gobierno cubano, afirmó a través de La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en su sitio web que en el 2011 habían en la Isla 2,6 millones de usuarios en línea, en comparación con 1,8 millones del 2010, <i>el acceso a Internet sigue restringido en un país en que el Gobierno monopoliza las comunicaciones y controla la economía. Cuba reporta el uso de intranet como internet, a pesar de que el uso de la red de redes es limitado por el Gobierno que es quien emite permisos para su uso. Según el reporte oficial, los cubanos que acceden a una intranet controlada por el Gobierno aumentaron más de un 40 % en el 2011, en comparación con el año anterior.</i> </span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12.0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">[6]</span></span></span></span></a><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Esta aparente digresión, me ayuda a ejemplificar cuán lejos está nuestra sociedad de los posibles paradigmas que explica Bernedo en su artículo, pero no resulta del todo extraño el ámbito descrito: los productos multimedia navegan entre los nuevos “lectores” cubanos de manera ilegal y con pocos criterios de selectividad entre los pendrive o memoria flash; los libros digitales más conocidos son replicas en Pdf., o transcripciones en Microsoft Word, pero el verdadero problema es la lectura. La crisis más urgente no sería, a mi juicio, la pérdida del objeto libro, o su remplazo digital, y sí la pérdida de la lectura tradicional para ser sustituida por una fragmentación del conocimiento que no consigue multiplicarlo y sí disminuirlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-size: 12.0pt;">Las nuevas generaciones nacidas con la jerarquía de lo digital, viven su soledad compartida con un niño que juega o interactúa a miles de kilómetros de distancia. Mi hijo mayor, me aclaraba hace unos días el punto de mi atraso, al reclamarle yo en un buen tono que no había completado la lectura del nuevo libro de su autor preferido, obsequiado por mí en su último cumpleaños: <i>No te apures, papá, la vida es así, no somos iguales, para qué voy a leer un libro si puedo usar tu computadora. Allí está todo lo que yo necesito.</i> Y lo que él necesita no es precisamente una versión digital del texto que antes le he obsequiado impreso. El concepto de soledad ha cambiado al infinito, pero el trueque puede que no sea para bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right; text-indent: 1.0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;">Osvaldo Gallardo González<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 1.0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<o:p></o:p></div>
</div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> El “periodo especial en tiempos de paz” decretado por el Gobierno frente a la caída del campo socialista y la disolución de los créditos económicos favorables que obtenía Cuba de esos países propiciaron una crisis económica total, la alimentación se convirtió en un problema de sobrevivencia.</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Proceso de gran crueldad que significó la reconcentración en determinadas zonas del campesinado cubano en la época de la segunda guerra de independencia contra España, protagonizado por Valeriano Weyler, trajo como consecuencia miles de pérdidas de vidas humanas y una hambruna generalizada.</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[3]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Publicado en <i>La Tercera</i>, Santiago de Chile, domingo 18 de julio de 2010.</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[4]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Ibídem.</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[5]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"> Ibídem</span>.<span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5689160822117816806#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[6]</span></span></span></a> <i>Boletín digital: Cubaencuentro.com. Jueves 14 de junio de 2012.</i><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-85670028094980377622012-09-15T20:09:00.000-04:002012-09-16T14:39:43.294-04:00Hermosa réplica por el Camagüey<div class=Section1> <p class=MsoNormal>Mirtha González, mujer hermosa y amable y exquisita, escritora tierna como si fuera poco, me ha hecho una hermosa réplica a un texto desproporcionado e irreverente que he escrito sobre mi querido Camagüey, pues “como buen romántico en su nave, según anda natura así va la ronda de mi espíritu” (aclaré ya en la presentación de este blog) y mis días estos de la escritura no han sido buenos, digamos que mi Mr. Hyde escribió la pedante croniquilla. Por demás agradezco al infinito sus palabras que sé sinceras como las de Alejandro González, poeta también, quien me recuerda una peña llamada como el primer sintagma del título del blog, La Nave de los Locos, y que no hago hace algún tiempo, pues ella, como mi luz en la ciudad, necesita renovarse. Gracias a ambos por haber navegado conmigo en esos ratos de poesía, y gracias a Facebook, que a pesar de las críticas de todos los mortales navegantes que somos, nos mantiene en el sueño de navegar juntos en toda la poesía, a pesar de la distancia, los desmanes y otras infelices certidumbres. Un abrazo enorme,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal><b>Osvald</b>o<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal>Comentarios en Facebook:<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal><b>Mirtha González:</b> Debo confesar que me aturden los códigos que aparecen para hacer comentarios en los sitios y páginas web. Casi nunca logro adivinarlos. ¿Seré en realidad un robot y no me he enterado? De cualquier manera quiero publicar aquí el que hice en La nave de los Locos, en la isla oculta, además de testimoniar a <a href="http://www.google.com/url?q=http%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fosvaldo.gallardogonzalez&sa=D&sntz=1&usg=AFQjCNHtRpshkImBHnrZbETNQ_QRKEK9uQ" target="_blank"><span style='color:#3B5998;text-decoration:none'>Osvaldo Gallardo González</span></a> mi amistad y cariño de siempre, que van unidos a mi admiración por su poesía. No pude felicitarlo el día de su cumpleaños porque no me dejó el huracán Isaac. Hoy, leyendo el blog quise dejar aquí el comentario, por si no sale allá, e invitar a mis amigos a que lo visiten. <br> Este es el comentario: Más que ciudad medieval, es Camaguey una ciudad mítica, diferente y apacible. Aún le debo a Espino las fotos tomadas en esa Plaza del Carmen, irrepetible... Una ciudad que enamora y besa en cada visita. No la he visto aburrida, quizás por frecuentarla en tiempos de bullicio. Parte de esa isla oculta que nos acompaña como un fantasma bendito a cuanto lugar vamos... parte de nuestras vidas y recuerdos, y de las excelentes personas que la habitan. Tierra de poetas y soñadores: como Osvaldo Gallardo, Niurky Pérez, Lionel, Geovannys, Curbelo y tantos más... amigas como Aracely que tanto ha hecho por la literatura... gracias al poeta que sostiene la fe en esta ciudad, y por recordarme ese rinconcito de la feria donde hacíamos aquellas lecturas, otra Nave de los locos tripulada por estos mágicos hacedores de la palabra. Gracias, porque Camaguey vive dentro de cada uno de nosotros, más allá de sus calles y sus plazas... más allá de cualquier distancia pasajera.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal><span style='color:#1F497D'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><b>Alejandro González:</b> Gracias, Mirtha, por esas palabras tan bonitas a todos los tripulantes de La Nave...y a nuestra Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, -lo digo por la parte que me toca-, Nave de la que ya formas parte también junto a tantos otros amigos(as) que alguna vez han navegado con nosotros, desde aquel primer "puerto" en el Casino Campestre de la ciudad, junto a la fuente del Cisne, pasando indistinta y efímeramente en su periplo en estos más de 10 años por otros "puertillos" del entorno citadino hasta echar anclas (mientras no zarpa nuevamente) en su "muelle" actual: la UNEAC. Gracias por tu amistad, por ser MIRTHA. Lo digo a nombre de tus amigos camagüeyanos, aunque estas palabras debían ser de Osvaldito. Las de él, sin dudas, las tendrás. Fue solo un adelanto, hasta que él venga. Un abrazo fraterno, amiga. <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal><span style='color:#1F497D'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><b>Mirtha González:</b> Gracias a ti y a todos los camagüeyanos por hacer de esa ciudad lo que es hoy: la armonía entre la historia y la tradición con los aires de librepensamiento de hoy; vórtice de la cultura actual y más auténtica... he recibido mucho amor de ustedes, porque la ciudad es también lo que hacen sus hijos. Mi deuda es infinita, créeme. Solo desearía por estar alguna otra vez en ella, y disfrutar de un hermoso atardecer en ella. Un abrazo, hermano.<br> <b>15 de septiembre de 2012<o:p></o:p></b></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-23102081049828869172012-09-10T22:29:00.000-04:002012-09-10T22:30:05.434-04:00Instrucciones para morir en invierno (a pesar del calor)<div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt'>XVII<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt'>Hace apenas dos noches, he pactado con el animal que rumiaba los rincones olvidados de mi cuerpo. Conversamos, cosa extraña, como dos humanos sensatos y adultos, enfrascados en compartir unas cuantas palabras y un mismo espacio material. Yo procuro no alterar su necesidad de alimentarse a todas horas de cuadrúpedos menores, sus cacerías nocturnas después de media noche, su manera de agredir y poseerme. Él respeta mi debilidad por el té de Chipre, las películas silentes de Buster Keaton y las tragedias de Shakespeare. Hemos pensado que algo inmortal se trama en este juego ajeno a nuestras voluntades de animal y hombre, pero (sospecho) en la postrera circulación del tiempo, el uno devorará al otro sin penas ni rencores, y quedará reinando en ese lugar tramado a garras y manos, a dos voces distintas, a un mismo lamento.</span><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'><o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:4.0pt'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>XVIII<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>Las mañanas de agosto traen un sol nuevo que inunda la biblioteca y los recovecos de la casa, espectros de luces dispuestos a penetrar el silencio de mis libros, y tras ese contacto entre la luz de la vida y la materia de los sueños, un murmullo, un quejido, un gesto. Al entrar en la estancia algo se ha conformado ya con el sonido del aire y las palabras que recién despiertan, más allá del tiempo y las formas primarias de la muerte. Así sorprendo en un descuido a don Alonso Quijano sentado a mi mesa, aconsejando al buen Sancho. Al príncipe danés, improvisando un desconsolado monólogo, exclamando bajito <i>“to be or not to be”</i>. He visto a Horacio Oliveira parado en una esquina de la rue de Saint Germain, y a la Maga tratando de llorar por su Rocamadour muerto. No es todo, pero, ¿de qué vale salir a la calle y pregonar que habitan nuestras horas, y comparten el espacio de la vida al instante de tomar el té, el baño, la sinrazón y la utopía?<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:6.0pt'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>Obdulio Fenelo<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><span lang=ES-TRAD style='font-size:2.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>(Tomado de Quemar las naves, Ácana, 2003)<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><span lang=ES-TRAD><o:p> </o:p></span></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-76836242529976649362012-09-09T09:17:00.000-04:002012-09-09T09:18:02.397-04:00Oh Camagüey<div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES-TRAD style='font-size:14.0pt'>Una ciudad medieval en los tiempos de la fiebre y el desamor<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES-TRAD style='font-size:2.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>Camagüey me parece por estos días más medieval; fundada en el “renacimiento” europeo -no podemos olvidar que el español- y no por esta razón es renacentista. Su centro lleno de callejuelas laberínticas recuerda esas urbes de murallas altas y senderos estrechos. El pueblo donde nací parece ahora en la memoria mucho más moderno, con sus edificios del siglo veinte y sus bohíos, que en Cuba parecen ser incluso del futuro. Claro que mí pueblo va desapareciendo de a poco en su futuro que no llega… Pero es Camagüey quien interesa ahora:<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>Los patricios no construyeron grandes casas pero sí grandes templos, adustos y solemnes. Frente a la casi opulencia de algunos paseos y plazas, establecimientos comerciales y casas que pierden su identidad arquitectónica a fuerza de dinero, Camagüey sigue siendo una ciudad medieval, camino por la “Popular” o “Lope Recio” y casi siento que gritan “agua” desde antaño y la altura. Hay mierda en las aceras, animales muertos que se irán desintegrando poco a poco, basura de dos días que no es recogida. “Estrada Palma” (“Ignacio Agramonte”) ha cerrado sus puertas, de las que sale por debajo una <i>fumata</i> gris… el local está cerrado pues han fumigado contra los mosquitos, Ah Finlay, en tu calle también habrá mosquitos, esos de la fiebre.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>Me da fiebre mi ciudad, es bella, lo dicen los transeúntes y los amigos que vienen de tan lejos: “Tiene un sabor medieval muy interesante”, me dice docto un sacerdote argentino, “Y eso, padre, que no la ha caminado por las noches…”<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>Ya lo dijo Guillén en los medievales años 30 del pasado siglo, Camagüey podrá ser muy histórica, muy legendaria, pero después de las nueve de la noche, no hay ciudad más aburrida que esta… Me gustaba repetir también con Nicolás que Camagüey es tan aburrida que ni los ciclones pasan por ella, claro que Ike en el 2008 me contradijo abundantemente, en cuanto a ciclones prefiero el letargo.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'>Osvaldo Gallardo González<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><span lang=ES-TRAD style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-41168220620057812972012-09-09T08:17:00.001-04:002012-09-09T08:17:58.982-04:00¿Camagüey o la otra ciudad?<div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><span style='font-size:14.0pt'>Esta ciudad que no aprende a perdonar…<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><span style='font-size:10.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><span style='font-size:12.0pt'>Osvaldo me pide que escriba algo y yo le contesto que estoy en <i>eso</i>. Ya vengo planeando infinidades de comentarios, críticas y necrologías sobre escritores. “Mándame algo”, insiste Osvaldo, y me esfuerzo en parecer seguro, decidido a ser un bloguero serio, que no queda en el camino como muchos otros, pero lo cierto es que llevo días diluido, ágrafo, sin sazón. Miro los noticieros y no me convence ningún titular, ninguna esperanza, ni siquiera la más reacia de las críticas. He querido escribir de ciertas muertes (Carlos Fuentes, Gore Vidal) y solo sale tristeza. Busco desesperado alguna revista que siempre me ayudan a motivarme: <i>La gaceta de Cuba</i>, <i>La Letra del escriba</i>, <i>El Cuentero</i>... Nada. Tampoco llega ya el suplemento <i>Pérgola</i> del Bilbao, único periódico extranjero (hasta donde conozco) autorizado a entrar en Cuba de forma masiva por correo postal, que nos mantenía, a los que no tenemos internet, más o menos actualizados sobre las novedades editoriales y los autores publicados en la madre patria. Gusto de saber cómo se va moviendo la literatura, qué piensan los escritores, cómo se engañan los críticos. Busco en los estanquillos y no encuentro, a veces llego tarde a las publicaciones, casi siempre ellas llegan tarde a mí. ¿Qué hacer? Sacar libros al azar del librero a ver qué pasa. Sé que cuando me dejo arrastrar por el sentimiento suelo animarme. No sucede esta vez. No pueden salvarme ni Henry James, ni Mujica Lainez, ni Milan Kundera. Todo aburre, sabe mal. Tal vez sea yo, tal vez esta ciudad que no aprende a perdonar, que nunca llora.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><span style='font-size:12.0pt'>Obdulio Fenelo<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-5280994033043319862012-09-09T08:13:00.001-04:002012-09-09T08:13:50.069-04:00Un poema optimista en estos tiempos del cólera <div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><b><span style='font-size:14.0pt'>Salmo en beneficio del amigo<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><b><span style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal;text-autospace:none'>Para todos, por supuesto<span style='font-size:12.0pt'><o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Dios me dijo antes de llegar:<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><i><span style='font-size:12.0pt'>Ve al camino</span></i><span style='font-size:12.0pt'>.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Y su dulce destierro es mi consuelo y mi afrenta,<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>la ilusión que corre en la mañana por la sangre<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>y el íntimo desfallecer de oscuridad que amo.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Dios me dijo:<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><i><span style='font-size:12.0pt'>Verás la luz,<o:p></o:p></span></i></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><i><span style='font-size:12.0pt'>y atormentado escaparás de su entelequia.<o:p></o:p></span></i></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><i><span style='font-size:12.0pt'>La súplica de la derrota será el tamo para calmar tu sed.<o:p></o:p></span></i></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><i><span style='font-size:12.0pt'>Un albor perenne fustigará tus granos.<o:p></o:p></span></i></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><span style='font-size:12.0pt'>Ya sé todo.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Este ritmo de sordina, lo sabe.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Aquella ronda que dejé hace tiempo, lo sabe.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>La mujer lejana que me espera, también.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Ya sé todo.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>En el caos<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>escojo el sigilo de mi amigo.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Dios tiene con él mi mayor garrote.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Él guarda para mí el cimbrado de la sangre<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>que no acude<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>y la fosca maniobra de la ley.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>La ley que me acusa su observancia.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>La ley que es una estrella rutilante<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>y un manojo de sal<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>en esta herida de mi cuerpo.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>A mi amigo lo encontré primero,<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>venía siempre conmigo,<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>venía desde lejos y lo vi.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Ya sé todo.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Prefiero esa hiladura quebradiza,<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><span style='font-size:12.0pt'>barca con frágil timonel<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>que lucha con las olas<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>del destierro de Dios.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>En el caos<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><span style='font-size:12.0pt'>escojo el sigilo de mi amigo.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><span style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><b>Osvaldo Gallardo González<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><b><o:p> </o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>(Tomado de <i>Diálogo sin luz</i>, Ed. Ácana, Camagüey, 2009)<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-39115499339803287792012-08-16T11:50:00.000-04:002012-08-16T11:51:38.658-04:00Un texto del Premio de Cuentos Eróticos<div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b>De la felicidad y otros temores<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><o:p> </o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>Cualquiera de estos días tendré mi onomástico, cumpliré cerca de un siglo o algo parecido. <i>Ya solo queda la muerte</i>, mirar viejas fotos, contemplar la ventana, donde la ciudad transcurre y las horas se encienden y apagan bajo el suceder interminable de lunas y soles. El desorden violenta la reminiscencia obsoleta del cuarto. Allá la figura libertaria del abuelo (dril blanco, sombrero alón) antes de irse a la guerra del 95. A mi lado un ejemplar de la RCA Víctor, mutilado y sin color. <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'>Me estoy quedando sordo y apenas puedo moverme. La cama es pequeña y mi sosiego, nulo. Un gato ronda entre la suciedad y el olor ácido de la habitación. En otro orden de vida sería realmente mi gato y se llamaría Charles o José, que son buenos nombres para gatos. Lo observo resignado. Nada podrá aportarme esa imagen física. El gato salta de un lado a otro, observa las fotos, los libros, mi cara arrugada. Intenta reconocerse en un lugar al que no pertenece, porque ha perdido el ritmo y el espíritu. Finalmente ronronea dos, tres veces y se lanza al vacío de la ventana. Uno podría pensar en el suicidio de los gatos si no supiera que la caída será siempre certera. Éste, nombrado Charles o José, procura en vano autoflagelarse, desaparecer cada noche. Al día siguiente retorna deprimido y repite su ritual, cansado de ser un gato perfecto, obligado a cumplir su papel. Me gustaría saber si Dios existe, si vale la pena echar al aire una plegaria por el fin de siete vidas gatunas.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>II<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>Me voy a cagar en cualquier momento. Luego estaré varias horas con un pantano entre las nalgas y mil moscas ojudas rondándome, hasta que suba la vecina del primer piso, lance gritos y maldiciones, y comience a desinfectarme en el baño con una manguera y un par de guantes manchados. Se inclinará sobre mí y yo contemplaré sus senos sin pestañear, como dos gotas gigantes desprendiéndoseles del pecho. Me secará los brazos, las piernas, tocará mis partes de hombre viejo y dolerá no poder responder con una erección que la provoque y la haga sentir mujer. La sueño a veces: viene hacia mí y su blusa de flores rojas no logra ocultarle los pechos. El tirante le rueda desde el hombro. Un lunar pequeño asoma encima del seno izquierdo. Me ayuda a levantarme de la cama y al sostenerme, siento su regazo tibio y el extraño olor a mujer. Ya estoy sentado. La espalda pegada a la pared del baño y las piernas recogidas porque no caben a todo lo largo. La vecina instala la manguera y comienza a regarme igual a un árbol viejo al que se trata de salvar. El chorro frío me hiela los huesos, pero pronto llegan sus manos para ahuyentarlo. Ha olvidado los guantes y su carne se mezcla con mi carne, y ahí están otra vez sus senos a punto de desprendérseles. El otro tirante también cae y, sin saber cómo, he puesto mis manos temblorosas sobre ellos. Voy despojándola del resto de la blusa. Aparecen dos pezones desvalidos, de un gris suave. La vecina ha dejado de regarme, empina dulcemente la cabeza hacia la luz. Cierra los ojos. Toco la punta de sus pezones como quien despierta a dos animalitos y les rasca la nariz. Deja escapar suspiros, lamentos, toma mi mano y la rueda por el vientre hasta penetrar sus piernas. Se estremece. La acaricio. Siento la humedad de los labios marginales. Toma mi cabeza y mi lengua rueda por sus muslos blanquísimos. No puedo contener las ganas de llorar cuando exige con voz trémula que ya es hora, “no puedo más”. Mis dedos se agitan inútiles, ya lloro, y ella continúa haciéndose un último favor. Se va apagando. Me inclino, la beso. Trato de abrazarla, protegerla, y ella se pierde, se pierde, se pierde...<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'>La conozco hace veinte años y he olvidado si alguna vez la amé. Pudiera proclamar, si realmente existiera la felicidad, una frase conmovedora: no he sido feliz, pero la felicidad la inventamos, como soñamos El Dorado y la vida en otro planeta, es el intento por salvarnos en fragmentos que escapan y perecen misteriosamente, el animarnos a construir utopías de infinitos rostros y constelaciones. ¿Quién ha tocado la verdadera felicidad? A estas alturas del vivir cualquier divagación puede tornarse, cuando menos, obscenidades de la senectud. Diría entonces que entiendo por felicidad todo lo vedado a mi tiempo humano, lo que siempre está por suceder. En este punto muerte y felicidad se funde en una variante divina: el temor. El temor es el rostro de mi felicidad, el olor de mi muerte. “Mi alma está triste hasta la muerte”, dijo Cristo a sus discípulos.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>III<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>Me asusta pensar cosas inconclusas. Pudiera acogerme a la interpretación humana que revelaría como felicidad dos imágenes aburridas: un gato llamado Charles o José y los senos de la vecina. No, esto tampoco serviría. Quizá ya esté muerto y sea feliz sin comprenderlo. Comenzaré a preocuparme cuando no pueda cagar a mi antojo. Charles (o José) gusta de la atmósfera alucinante y pestilente. Lo olfatea todo y pasa la lengua por mi cara y mi miembro muerto. Qué más espero de la vida: nada. De la muerte: el temor. Del correo: solo olvido. Antes llegaban telegramas y tarjetas que resumían invariablemente: FELICIDADES EN SU CUMPLEAÑOS LE DESEA ESTE COLECTIVO A QUIEN FUERA UNO DE NUESTROS TRABAJADORES MODELOS. CORREO CENTRAL. Pura falsedad. Eran palabras del fiel Rubén, lo confirma su muerte. Desde entonces, silencio, la duda, el aceptar que existir para los otros de repente se vuelve importante, cuando ya no importa existir por uno mismo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>IV<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>Mañana, tal vez, suba la enfermera del barrio a visitarme. Fingirá una sonrisa y varios chistes que me negaré a celebrar. Me pondrá un aparato de patas y ojos sobre el brazo derecho, lo inflará como un globo y dirá que enterraré a medio vecindario. La enfermera es fea, aunque sostiene dos senos medianos, de enormes pezones escondidos tras la bata blanca. La enfermera me odia. Por lo general la gente odia a los viejos. Suponen que nacimos así, con miles de arrugas amontonadas, las orejas largas y mudas y estas manchas en la piel. La vecina también me odia, aunque de forma distinta, sincera, que no logra la enfermera en sus malas actuaciones de mujer sensible y simpática. En ocasiones se esfuerza y por momentos logra matices de veracidad. El cuarto huele infernal, a Charles (o José) y a mí nos gusta, pero las dos <i>almas </i>femeninas lo detestan, son escandalosamente arrítmicas y perfumadas. Me gustaría devolverles el odio, si no fuera por los senos que delatan a otras mujeres ocultas detrás de sus ridículas fachadas. Frase histórica: “Denme dos tetas y moveré el mundo”.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>V<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>Cagar, cagarme: purificación del alma. “Golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre”, 1ra de Corintios, Capítulo 9, versículo 27. Del insulto al prójimo (creen algunos) nace la verdadera liberación. No sé si valdría la pena, pero como he perdido el interés por el temor (o sea, la felicidad), me complazco en liberarme (o sea, cagar), lo que los demás llamarían (la Vecinaenfermera) la forma más animal del insulto.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>VI<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>He comenzado a sospechar que ya estoy muerto. Quiero cagar y solo me salen palabras. Las palabras traicionan. Uno puede hablar sin escucharse, mentir con la verdad, convencer con la mentira. Le pregunté a Charles (o José) qué cree del asunto. Con él no necesito enredarme en fonemas y morfemas. Estuvimos de acuerdo. Lo supe por la sonrisa, antes de lanzarse por la ventana. Las risas de los gatos es silente como la de Charlot o Stan Laurel. Son los únicos mamíferos capaces de disfrutar un buen chiste con dignidad intelectual. Mi pregunta le pareció graciosa, se lamió los bigotes y enseñó sus bellos caninos. Creo que realmente le agrado. Quizá, en vez de un gato, tengamos una gata nombrada Karla o Josefa, que igual serían buenos nombres para gatas. No alcanzará el tiempo para comprobarlo y él se negará a hablar de su vida sexual.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>VII<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'>En realidad, he olvidado mi fecha de cumpleaños, y aquí, en este rincón olvidado de la ciudad, hace mucho tiempo que no pasa nada, ni Charles (o José), ni los senos de la Vecina enfermera, ni ganas de cagarme. He comenzado a sospechar que soy inmortal y el mundo gira eterno ante mis ojos. Soy el dios de lo inefable, la inmundicia, el <i>sintemor</i>. Aquí ya no pasa nada, solos mis ojos pegados al paisaje de la ventana, inventando otros temores, el miedo, la locura.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal'><b>Obdulio Fenelo Noda<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-18413884069987019562012-08-01T20:44:00.001-04:002012-08-01T20:44:44.717-04:00Instrucciones para morir en invierno<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt;"></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
X</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Siempre
sucede. Al anochecer, cuando me gusta caminar por Independencia y celebrar sus
balconcitos barrocos, una mujer me persigue. Su paso marca cierta cadencia
antigua (el aroma coqueta), hasta detenerme de golpe en la esquina más próxima,
como quien teme girar y reconocer un rostro acostumbrado y horrible. Reanudada
la marcha, escucho a mis espaldas la estampida de un ave, mil voces de geishas,
el sonido ronco de la respiración ancestral. Solo en el callejón de Andrade (el
que divide la ciudad en dos géneros distintos de miserias) el acertijo se
rompe. Algo se libera sobre los hombros, y después del grito majestuoso que,
imagino, solo yo escucho, la luz del día o la noche recupera el encanto.
Regreso atontado, libre, convencido de que en Independencia, alguien se empeña
en mostrarme el paso serio de la muerte.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">XI</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hora es esta de refugiarme en
cualquier parte (dentro del baúl de trastos viejos o en el vientre seco de mi
madre) a fin de reducirme a ese espacio encantado y forzar el nuevo nacimiento.
Regreso al misterio del encierro, metáfora angustiosa de la existencia que
continúa fascinándome. Qué libertad no guarda algo de farsa, qué encierro no
esconde su porción de libertad. Nunca se acaba de nacer: el vientre materno nos
lanza al monstruo social, al circo del mundo, y la vida se va armando de
sucesivos abortos, pequeñas necesidades impuestas por aquello tramado fuera de
nosotros, presto a provocarnos ocultamente la sinuosidad de alegrías y
nostalgias, de las que solo es posible salvarse abriendo un orificio doloroso
dentro de uno mismo, para mirarse descarnadamente y marchar un buen día, a
planear la escapada cuerpo adentro.</span></div>
<div class="MsoFooter" style="line-height: normal; tab-stops: 35.4pt; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;">XII</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 14.2pt; text-justify: inter-ideograph;">
Aquí,
en esta ciudad, Dios se acostumbra a los hombres. La brisa de las mañanas a la
pesada calidez de las tardes, y la lluvia dominguera prepara su banquete. No
queda otro remedio que salir a mezclarse con los adoquines y las fachadas
inquietas. Asomarse a la casa del ilustre Atanasio, zapatero cortesano, quien
brinda una sonrisa reciente y anuncia: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
mundo se vendrá abajo, tanta agua no puede caber en la tierra</i>. Me invitará
a un rincón de su guarida, donde esconde el cofrecito de cedro blanco: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Son los zapatos de Luis XIV, el rey sol</i>,
dirá el ilustre Atanasio y la felicidad le saldrá por las pupilas.
Compartiremos el cigarro, el trago amargo, las mismas historias de hace diez
años. Regresaré antes que la lluvia cerque los portales. Atanasio quedará en la
acera, colocando minuciosamente sus zapatos para que toda el agua del cielo los
inunde. Al día siguiente, volverá a sus labores: recortar montones de
periódicos viejos, para calzar a la ciudad con las noticias del mundo.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right; text-indent: 14.2pt;">
<b>Obdulio Fenelo </b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></div>Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-65181406749704433292012-07-27T11:27:00.000-04:002012-07-29T22:34:27.943-04:00Un muerto querido e innombrable...<div class=Section1> <p class=MsoNormal><span lang=ES-TRAD>Recuerdo al negro Piro en Vertientes, a principios de la década de los 90, que me decía Oswaldo Payá; y lo hacía ruidosamente en la calle para llamar mi atención. La broma vendría supongo de la similitud con mi nombre. Mantuvo la costumbre de saludarme así hasta que ya senil no me conoció. Gracias a él supe quién era este católico de vocación inefable. Años después vi a Oswaldo en una de esas misas multitudinarias que el “destape” de la fe propició en Cuba. No lo conocí nunca; he oído hablar a amigos suyos de su familia y de Rosa María, la hija, con la que he compartido algún espacio, pero también sin conocernos. No tengo su vocación, pero sí tengo familia y el mismo amor por Cuba.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal><span lang=ES-TRAD><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><span lang=ES-TRAD>La noticia de su muerte me dejó perplejo e inquieto, inmediatamente recordé la canción interpretada por Serrat, no sé si la letra es suya: “Escapad gente tierna, que esta tierra está enferma, y no esperes mañana lo que no te dio ayer, que no hay nada que hacer… y si te toca morir es mejor junto al mar”.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal><span lang=ES-TRAD><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><b><span lang=ES-TRAD>Osvaldo Gallardo<o:p></o:p></span></b></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-51715532944156323202012-07-07T23:09:00.000-04:002012-07-09T08:01:15.772-04:00A propósito del Ahmel Echevarría y el Ítalo Calvino<div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b><span style='font-size:14.0pt'>De premios, novelas y novísimos<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'>Ahmel Echevarría acaba de ganar el concurso Ítalo Calvino de novela, y el hecho, teniendo en cuenta la juventud del autor, no deja de sorprender. El Ítalo es de los premios más cotizados en el país, pues además de la remuneración en pesos cubanos convertibles (CUC) incluía (no sé si se mantiene con esto de la crisis en la zona euro) un viaje promocional a Italia, todo bajo el auspicio de la Fundación ARCI, y ya sabemos las moscas extraliterarias que pueden rondar y hacer apestar este tipo de pasteles. Considero a Ahmel un escritor serio, trabajador, que no parece tener la premura artística de muchos de sus contemporáneos, por la tanto las preguntas que me provoca la noticia nada tienen que ver con la calidad literaria del premiado, sino con las expectativa cumplidas a medias de una generación.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;text-indent:1.0cm;line-height:normal'>Llama la atención que gran parte de los últimos premios de novela hayan recaídos en escritores anteriores o posteriores al nacimientos de los llamados “novísimos”. Traigo a colación la referencia a los “ahijados” de Redonet (no todos estuvieron en su famosa selección <i>Los últimos serán los primeros</i>), porque pensé que a estas alturas estarían dominando el panorama novelístico cubano, como lograron hacerlo con la cuentística a todo los niveles. Sin embargo, tengo la impresión de que no ha sido así. Estos autores están en una edad ideal para el género (entre los cuarenta y los cincuenta años), en plena madurez narrativa, y cuando hecho la ojeada a vuelo de pájaro sobre el currículo de la mayoría de ellos, la novela se resiste. Pocos sobrepasan las dos novelas, y algunos no han podido superar ni cualitativa ni cuantitativamente su primera obra. Por la poca información que llega, parece ser que los más prolíferos del grupo están fuera de Cuba (¿Amir Valle? ¿José Manuel Prieto? ¿Ronaldo Menéndez? ¿Karla Suárez?), lo que no quiere decir que sean los más talentosos, aunque haya casos donde pudieran coincidir ambas cosas. Las exigencias de un mercado que prioriza la novela sobre otros géneros seguro condiciona bastante, pero no estoy seguro que sea la principal causa. Ena Lucía Portela, la más joven de todos, es la <i>rara avis</i> del panorama nacional: con cuarenta años tiene cuatro. Sin dudas, el problema merece un análisis más profundo que supere este insípido comentario. Veremos si me animo más adelante o alguien me calla la boca para siempre. <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;text-indent:1.0cm;line-height:normal'><b>Obdulio Fenelo<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-84595109977074992622012-06-30T23:22:00.000-04:002012-06-30T23:24:08.433-04:00Reflexiones sobre la paternidad (V)<div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><span style='font-size:12.0pt'>Hace unos días, tuve el gusto de recibir, en su Camagüey natal, a Jesús David Curbelo, poeta y amigo. En una conferencia que pronunció sobre un tema literario me llamó la atención su afirmación de que las quejas poéticas siempre son contra el Padre, o sea contra Dios. Este poema que les entrego hoy me hace confirmar su inspiración. Este es un poema sobre el exilio físico de la tierra a la que pertenecemos y del paraíso al que queremos pertenecer, esa nostalgia primera cabe toda en estos versos.<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><b><span style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><b><span style='font-size:12.0pt'>Osvaldo Gallardo<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><b><span style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><b><span style='font-size:12.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><b><span style='font-size:12.0pt'>Certeza de soledad<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal;text-autospace:none'><span style='font-size:9.0pt'>Para Ibis y Any que siempre vuelven<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal;text-autospace:none'><i><span style='font-size:9.0pt'><o:p> </o:p></span></i></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal;text-autospace:none'><i><span style='font-size:9.0pt'>Solo soy yo cuando estoy solo</span></i><span style='font-size:9.0pt'><o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal;text-autospace:none'><span style='font-size:9.0pt'>MIGUEL HERNÁNDEZ<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Cuando la soledad es el camino<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>se tuerce el equilibrio.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Pero la soledad también padece del amor:<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><i>que lo digan los olivos de Getsemaní.<o:p></o:p></i></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Yo que padezco el amor en mi camino<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>siempre he estado solo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Esperé el día de la venida de mi hijo,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>alguien habló a mi diestra,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>pero mi hijo nació y yo estaba solo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Solo, como Abraham, con el puñal de obsidiana:<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Yo, testigo mudo,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>recibí a mi hijo<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>como quien revela el destino de su error.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Ese día acudí a la muerte de la eternidad<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>para mi hijo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Mi hijo murió para el silencio<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>y dejó de ser el plan eterno<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>en el regazo de Dios,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>y en la alegría de mi sueño.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Mi hijo nació y estaba solo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Mi hijo fue verdad y estuve solo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Ese día supe que debía escapar<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>y la certeza confirmó la irrevocable soledad.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Debía escapar de mí y de los otros.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Escapar, siempre escapar,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>de la certeza de ser solo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Estuve frente al ara en el día de mis bodas.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Estuve solo frente a la indisoluble soledad.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>En la luz y en la sombra de mi amor,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>en la salud o enfermedad del compromiso,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>estaré solo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>En la vida y en la muerte de mi amigo,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>en la enfermedad de mi hermana y de mi padre,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>aun en el abrazo y el llanto de mi madre,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>he estado solo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>He estado solo en la felicidad y en el dolor,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>en la despedida y el recibimiento.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Al marcharse la familia<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>sentí la soledad más recia.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Pero nunca fui más solo<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>que en la baldía certeza del regreso.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Abrazar al que vuelve<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>es saber que hay maneras de morir,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>aun más absurdas<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>que el homicidio o el accidente.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>La tragedia es morir y no ser muerto.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>La tragedia es ser solo y no saberlo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Nunca fui más solo<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>que inmerso en el tumulto,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>en la elección de la verdad o la mentira,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>en la renuncia del silencio.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Nunca fui más solo<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>que ante el designio de tu voz<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>y de tus ecos.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Cuando elegí,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>si comprendí o participé,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>estuve solo<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>En el juicio estaré solo.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>He de responder por mi dolor,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>mi felicidad o mi compromiso.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>He de responder por mí<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>y por los otros,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>a los que también dejaste en soledad<i>.<o:p></o:p></i></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Tú,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>que eres la soledad,<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>has de saberlo:<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Nací solo<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>y solo he de morir.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>Solo<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal;text-autospace:none'>en mi soledad<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>he de salvarme.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><span style='font-size:10.0pt'>(Tomado de <i>Diálogo sin luz</i>, Ácana, 2009)<o:p></o:p></span></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-80539957796292588692012-06-30T23:05:00.000-04:002012-06-30T23:06:37.410-04:00Philip Roth<div class=Section1> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><span style='font-size:14.0pt'>Un Príncipe sin corona<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><span style='font-size:14.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'> Philip Roth acaba de ser condecorado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, reconocimiento de altura mundial que desde 1981 otorga la Fundación Príncipe de Asturias a personalidades destacadas de las ciencias, las artes, el deporte y otras esferas. Al conocer la noticia, recordé la polémica desatada tiempo atrás a partir de las declaraciones de Horace Engdahl, secretario de la Academia Sueca, institución a cargo del Nobel de literatura: “Estados Unidos es demasiado insular, está demasiado aislado. No traducen lo suficiente y no participan en el gran diálogo de la literatura. Ese tipo de ignorancia les limita. Son demasiado sensibles a las modas de su propia cultura de masas". Con esto dejaba caer una bomba de exterminio en masa sobre la cuadrilla de <i>cowboys</i> que cabalga año tras año en busca del sexto Nobel para las letras norteamericanas, encabezada, entre otros, por Don DeLillo, Jhon Updike, Thomas Pynchon, Carol Joyce Oates y Philip Roth, el peso pesado, la esperanza blanca de Nueva Jersey (recuerden que el último Nobel de ese país fue la escritora afroamericana Tony Morrison, 1993). <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'> Las repuestas a tanta falta de cordura no se hicieron esperar, y no solo del norte. Nadie entendía bien qué tenían que ver las gestiones empresariales del circuito editorial con la obra personal de un autor. Luego Engdahl trató de arreglarlo, pero ya era tarde. Había dejado claro que no le agradaban los principios estéticos de los escritores vivos estadounidenses. No voy a comparar épocas, libros ni autores, sería caer en la misma trampa, solo sé que esta generación a sabido llevar con dignidad sobre sus hombros el gran peso de dar continuidad a una tradición sólida, de narradores importantes e influyentes a nivel global, algo nada fácil tratándose de literatura. Sabemos de las veleidades de la Academia, de cómo lo extraliterario puede influirla. En el ámbito latinoamericano pasó con Borges hasta el final y no se lo dieron, y Vargas Llosa tuvo que esperar demasiado. La historia demuestra que estos suecos no se dejan presionar ni impresionar muy fácil. El Príncipe de Asturias tiene su prestigio ganado, sobre todo desde que amplió su horizonte más allá de España, y entre sus elegidos cuentan ya con dos o tres Nobel, incluyendo a uno de los últimos, la escritora inglesa Doris Lessing, por lo que no son pocos los que lo consideran un paso importante camino a Estocolmo. Este año 2012, seguramente Philip Roth estará otra vez entre lo eternos nominados. Veremos entonces si a la Señora Sueca le gustan de verdad los Príncipes. <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b><o:p> </o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><b>Obdulio Fenelo<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-12289721152116342642012-06-18T18:30:00.000-04:002012-06-18T18:30:16.566-04:00Instrucciones para morir en invierno<link href="file:///C:%5CUsers%5Chombre%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_filelist.xml" rel="File-List"></link><link href="file:///C:%5CUsers%5Chombre%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_themedata.thmx" rel="themeData"></link><link href="file:///C:%5CUsers%5Chombre%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_colorschememapping.xml" rel="colorSchemeMapping"></link><!--[if gte mso 9]><xml>
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<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><b>VIII</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><o:p> </o:p>En el siglo cuarto antes de
Cristo (cuatrocientos años antes de que la nobleza de Dios se igualara a la
miseria del hombre), Heráclito de Éfeso nos confiesa: <i>me he buscado a mí mismo</i>, y en ese inventario del alma todo pasa y
nada permanece. Desde entonces la vida se nos presenta como una acumulación
temblorosa de cosas que asoman y se pierden sin rumbo fijo. Y de repente
estamos a un mismo tiempo al centro de la palabra de Dios y en el séptimo
círculo del infierno dantesco, porque <i>todo
nace por la lucha</i>, <i>del fuego parte y
al fuego retorna</i>, del odio y el amor se esparce el hombre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><o:p><b>Obdulio Fenelo</b></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><o:p>(De <i>Quemar las Naves</i>, Ed. Ácana, 2002) </o:p></span></div>
</m:defjc></m:rmargin></m:lmargin></m:dispdef></m:smallfrac>Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-89141366174128841552012-06-15T13:29:00.000-04:002012-07-08T22:23:12.470-04:00Reflexiones sobre la paternidad (IV)<div class="Section1">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<span style="font-size: 12pt;">Hoy, Día de los Padres, mi hijo mayor, José Francisco, ha hecho su primera comunión, sacramento católico. Desde pequeño se empeña en la búsqueda de la verdad, el rito de hoy completa esa inquietud. Solo espero que su búsqueda no cese, la búsqueda y no el reposo es lo que nos hace mejores personas. Este poema recuerda esa búsqueda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<b><span style="font-size: 12pt;">Canción de dudas para la verdad<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: right; text-autospace: none;">
<i><span style="font-size: 10pt;">Para Pepe de mi corazón, por su hábito de preguntar lo inefable.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—¿Qué es la verdad?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
(<i>Dice mi hijo.</i>)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—La verdad es un oficio y una fiesta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Es la espera sin final ni voluntad<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
y la llegada muda a ningún sitio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Es la bienvenida y el retorno<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
y un lento anular y la caída.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Es un grito de horror y regocijo<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
y una caricia cruel desde la sombra.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Es el esplendido hálito de un niño.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Es todo eso y aún es poco.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—¿Quién es la verdad?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
(<i>Dice mi hijo y en mí el espanto<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal">
<i>se hace una roca fi rme.</i>) <span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—Tengo la verdad en mis manos,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
la he surtido hace tiempo con la vida,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
y no sé qué dolor.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Es una palabra que me rebosa<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
y que es silencio,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
una palabra sola<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
que es ausencia,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
una sola palabra que se muere.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Siempre viene contigo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Eso también lo sabes.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Mi padre estuvo al corriente<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
y también calla.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—¿Dios es la verdad?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
(<i>Suspiro hondo y grito.</i>)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—Y qué es Dios,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
si no la mano tremenda de la ausencia;<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
si no es mi padre en su sigilo,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
y mi madre que cruza una ronda<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
disipada hace ya mucho tiempo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—¿Quién es Dios?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
(<i>¡Dios!</i>)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—Dios es ese minuto que perdimos,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
ese azul que vi calado en el silencio<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
y donde hubiese reposado sin penuria y sin luz.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—¿Dónde está Dios?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
(<i>¡Dios!</i>)<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
—Pues en el juego de esconderte que me hiere,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
en tu pregunta que me hiere,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
en el amigo que me hiere,<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
en la madre y la esposa que me hieren.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Dios está lejos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
Escondido en un paisaje donde lacera la visión<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-autospace: none;">
del placer<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
y solo allí quiero respirar lo eterno.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Osvaldo Gallardo<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">(Tomado de <i>Diálogo sin luz</i>, Ed. Ácana, 2009)</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-25238794283862642022012-06-10T15:11:00.000-04:002012-06-10T15:11:12.774-04:00Apuntes para aclarar unos cuentos claros<link href="file:///C:%5CUsers%5Chombre%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_filelist.xml" rel="File-List"></link><link href="file:///C:%5CUsers%5Chombre%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_themedata.thmx" rel="themeData"></link><link href="file:///C:%5CUsers%5Chombre%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_colorschememapping.xml" rel="colorSchemeMapping"></link><!--[if gte mso 9]><xml>
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<![endif]--><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<i><span>Como el
exhibicionista quiero mostrar lo que normalmente se esconde: dejar a la vista
el aserrín. Si su lugar es el taller y la pelea es que de ningún modo el
aserrín llegue a la vitrina; lo mío es llevarlo a vitrina, o cuando menos que se
vea cómo salieron del mismo tronco madera limpia y desperdicio. En plata,
comparto con usted la agonía de la ceración, aunque en tono de juerga. </span></i><span>Después de chocar con estas palabras, incluidas en el prólogo, releer
el libro y detenerme en su composición, no tuve dudas: <i>Cuentos claros</i>, de Oneyda González es, ante todo, un acto de
valentía de cara al lector. Su autora no teme exponerse, enseñar las costuras,
jugar. Y Juega desde el inicio con las cartas sobre la mesa para que cada cual
elija la partida que mejor le plazca. Lo curioso es que su juego (postmoderno
pudiera llamarlo alguien a falta de mejor nombre) es un divertimento que sigue
bebiendo en esa tradición narrativa que va desde <i>Las mil y una</i> <i>noche</i> hasta
Cervantes, pasando por<span> </span>el Conde Lucanor,
la novela picaresca española o Rabelais. Rara constancia en tiempos en que
dominan la moda, el arte efímero y las permutas estéticas promovidas por
novedades de, a veces, dudoso valor. Milán Kundera dice en uno de sus ensayos
sobre la novela y el oficio de narrar, que desconfía de los escritores que
quieren lucir más inteligentes que sus libros. Los narradores como sabemos,
sobre todo en cuba, suelen menospreciar al lector. La voz de <i>Cuentos Claros</i>, por el contrario, como
un Scheherazade contemporánea, no está dispuesta a morir y de historia en historia
se encarga de demostrarnos que vino servirnos desnuda, sin complejos, que hemos
sido invitados a un banquete de variados platos donde los comensales siempre
tendremos la última palabra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 1cm;">
<span>Pero tampoco nos dejemos engañar del todo, porque a medida que se
avanza en la lectura descubrimos que allí ni todos son cuentos ni las cosas
están tan claras. ¿Qué quiero decir con esto? Que la invitación es en serio y
los lectores, por momentos, tendrán que reconstruir o terminar ciertos cuadros
de vida que son expuestos como fotografías vivientes, como un fogonazo vital
del que solo queda el tenue resplandor. Por lo tanto estamos frente a un texto
paródico, misceláneo, donde no solo encontraremos cuentos formidables, de una
sutileza sórdida como el titulado <i>De tupiciones</i>,
también aparecerán viñetas cuasi cinematográficas, constantes apostillas (prescindibles
o imprescindibles, según la elección), opiniones de amigos, cartas íntimas… En
fin, Oneyda sigue fiel a su poética provocativa que ya había anunciado en su primer
libro<span> </span>de cuentos <i>La cinco y una noche</i>. Ahora mucho más fresca, más actual en cuanto
a temas y personajes, pero igual de rigurosa y franca, cualidades presente
también en el resto de su literatura, que incluye la poesía, el periodismo y el
ensayo. Con este, su sexto libro publicado, se confirma una realidad que no
podemos seguir ignorando: Oneyda González ( y esto, a diferencia de otros casos,
no tiene nada que ver con la edad), ha logrado hilvanar una obra vital, de
polifónicos registros, que ya se va haciendo indispensable dentro de la
tradición letrada del Camagüey. <span> </span><o:p></o:p></span></div>
</m:defjc></m:rmargin></m:lmargin></m:dispdef></m:smallfrac>Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689160822117816806.post-78648359126109043452012-06-03T11:03:00.000-04:002012-06-03T11:04:35.699-04:00El parque de Pueblo Blanco<div class=Section1> <table class=MsoNormalTable border=0 cellpadding=0 width="100%" style='width:100.0%'> <tr style='height:30.75pt'> <td width="6%" style='width:6.16%;padding:.75pt .75pt .75pt 75pt;height: 30.75pt'> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal'> <o:p></o:p></p> </td> <td width="93%" style='width:93.22%;padding:.75pt .75pt .75pt .75pt; height:30.75pt'> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal'><span style='font-size:9.0pt'>Para Guillermo Vidal,<br> <i> in memorian<o:p></o:p></i></span></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal'><span style='font-size:9.0pt'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal'><i><span style='font-size:9.0pt'>…pero los muertos están en cautiverio</span></i><span style='font-size:9.0pt'><br> <i> y no nos dejan salir del cementerio…<br> </i><span style='font-variant:small-caps'>SERRAT</span></span><o:p></o:p></p> </td> </tr> </table> <p class=MsoNormal align=right style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:right;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <table class=MsoNormalTable border=0 cellspacing=0 cellpadding=0 width="100%" style='width:100.0%'> <tr> <td style='padding:0cm 0cm 0cm 0cm'> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'>LAS CREATURAS DE PUEBLO BLANCO HAN DESPERTADO ALBOROZADAS POR LA NOTICIA<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'> DE LA CONSTRUCCIÓN DE UN PARQUE EN ESTE TÉRMINO MUNICIPAL.<br> El SEÑOR ALCALDE ANUNCIÓ, EN CONFERENCIA DE PRENSA, QUE DE ESTE MODO<br> SE RECUPERA PARA LA ETERNIDAD UN HISTÓRICO LUGAR OLVIDADO DESDE HACE DÉCADAS.<o:p></o:p></p> </td> </tr> </table> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>El parque no tiene una abundante historia de glorias que lo haga un sitio evocador para sentimentalismos pueblerinos. El límite del parque siempre fue el centro, y durante mucho tiempo el centro fue el vacío. Caprichosamente las casas fueron ubicándose alrededor de la enorme explanada donde algo, en algún momento, habría de fabricarse. Diferente a la tradición fue primero el pueblo, luego el parque. Los vecinos, el ayuntamiento, el mercado y la explanada se conocieron con plácida calma.<br> <br> <i>El sacristán ha visto hacerse viejo al cura, el cura ha visto al cabo, y el cabo al sacristán</i>. Y mi parque después vio morirse a los tres. El sitio sirvió durante muchos años para los campeonatos de pelota de los niños, ese fue su único destino inocente. En temporadas determinadas al lugar llegaba un gran circo, e incluso alguna vez, hubo uno de tres pistas, maravilla moderna muy incómoda de apreciar en toda su tridimensionalidad. Recuerda mi padre su compasión por los osos polares, yacentes bestias que lograron sobrevivir al trópico del municipio gracias a innumerables baldes de agua con hielo picado que generosas manos les prodigaban.<br> <br> También estuvieron los caballitos de Waldo La Fe, una feria mexicana con una montaña rusa enorme, y siguieron viniendo circos y circos y circos… Pan y circo para la eternidad. Así fue durante muchos años hasta que el alcalde del término decidió construir un parque, un espacio disponible para el paseo social, el mitin político, la verbena de caridad, la procesión del santo patrón, etc., etc., etc. Y hubo mucho trabajo por aquellos días: se levantaron aceras y se sembraron algarrobos, olmos, y álamos enormes. Luego el parque fue haciendo al pueblo; y los árboles crecieron, y las aceras se quebraron, y las creaturas comenzaron a adueñarse del lugar.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <table class=MsoNormalTable border=0 cellspacing=0 cellpadding=0 width="100%" style='width:100.0%'> <tr> <td style='padding:0cm 0cm 0cm 0cm'> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'>MAÑANA SERÁ INAUGURADA UNA HERMOSÍSIMA REPRESENTACIÓN ESCULTÓRICA DEDICADA A LAS MADRES.<br> LA ESTATUA SE LEVANTARÁ EN EL PARQUE MUNICIPAL PARA ORGULLO DEL PUEBLO.<o:p></o:p></p> </td> </tr> </table> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <table class=MsoNormalTable border=0 cellspacing=0 cellpadding=0 width="100%" style='width:100.0%'> <tr> <td style='padding:0cm 0cm 0cm 0cm'></td> </tr> </table> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>Mes de mayo sus flores exquisitas / son ofrendas a nuestras madrecitas. / Flores rojas a la madre que nos mima. / Flores blancas a la madre que se fue.</i><o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>— </i>¿Papá, quién es la madre que se fue?<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>— </i>Esa del parque, la estatua, la que tiene el brazo apoyado en el niño y una flor en la mano.<br> <i>— </i>¿La que está sucia y tiene la nariz rota, la del librito debajo que tú me lees, y que dice cuándo la hicieron?<br> <i>—</i>¡Sííí…! Esa misma.<br> <i>—</i>¿Y por qué se fue? ¿Se fue a bañar?<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'><b>Ausp. por la logia AJEF<br> hijos de A. Antúnez<br> Super. por la Logia Masónica<br> Federico Victoriano Arregoitía<br> con la cooperación del pueblo.<br> Pueblo Blanco, 11 de mayo de 19 ¿?<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>Y luego vino el cambio, y se jodió la casa de Amalia y sus muchachitas. El alcalde se fajó con Amalia, que eso de cobrar por los servicios era un atraso. Todo debía ser gratis. Y gratis fue el parque desde entonces. Además un parque llamado “Las Madres” debía ser un sitio de sumo respeto y veneración.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i><o:p> </o:p></i></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><b><i>Madre Suprema Inspiración de Dios, ¡Bendita Seas!</i><br> </b><br> …Y hubo más estatuas. Una fue considerada no conveniente y se borraron las huellas de su existencia. Todos olvidamos en qué consistía, cuál era su condición semiótica. ¿O es que nunca estuvo ahí? A lo mejor el pedestal es testigo de una obra inconclusa por falta de recursos.<br> <br> Se levantó un busto a la memoria de un soldado, recordado por algunos en el pueblo; hacía mucho había muerto en combate, cuando los tiempos de la gloriosa guerra. Dicen que en esa época el placer fue un campamento militar y que allí habían asesinado al héroe unos traidores del ejército municipal. La gente a veces olvida cuál es el verdadero nombre del lugar: “Las Madres” o “El Héroe Asesinado”. Luego hubo más cambios y la gente olvidó la verdad. La gente olvida con facilidad.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <table class=MsoNormalTable border=0 cellspacing=0 cellpadding=0 width="100%" style='width:100.0%'> <tr> <td style='padding:0cm 0cm 0cm 0cm'> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'>EL ALCALDE DEL TÉRMINO MUNICIPAL CONVOCA A TODA LA CIUDADANÍA <br> PARA QUE ASISTA A UNA PARADA MILITAR EN EL PARQUE “EL HÉROE ASESINADO” DE ESTA LOCALIDAD.<br> LA ASISTENCIA ES OBLIGATORIA DEBIDO A LA INMINENCIA DE UN CONFLICTO BÉLICO CON EL COLINDANTE PUEBLO NEGRO.<br> CUALQUIER AUSENCIA SERÁ CONSIDERADA COMO DELITO DE ALTA TRAICIÓN.<o:p></o:p></p> </td> </tr> </table> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><br> Pero no vino la guerra. Y hubo una paz sabrosa durante algunos años. Y también había circo <i>—</i>más lejos del parque<i>—</i>, y se hizo en el centro de tan hermoso lugar una feria de diversiones para los niños. Pero a veces las minas de oro <i>—</i>principal fuente de riquezas del término<i>— </i>no daban lo que tenían que dar. Y la gente comenzó a comerse los árboles, y arrancó las tablas de los bancos para reparar sus casas, y unas criaturas muy violentas invadieron al parque por la noche. Sus quejidos se oían en varias millas a la redonda. Y el parque se convirtió en un lugar sucio.<br> <br> <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'>EL ALCALDE PONDRÁ NUEVOS BANCOS Y BOMBILLAS ELÉCTRICAS EN EL PARQUE MUNICIPAL, <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'>COMO OTRA MUESTRA DE SU GRAN INTERÉS POR EL BIENESTAR DEL PUEBLO.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>Pero las creaturas del término no necesitaban la luz y se acostumbraron a vivir en las tinieblas. El parque era su espacio de libertad y rompieron las luces. Sí respetaron los bancos. Vivir la libertad es mejor con un banco. El parque era una zona de tolerancia, y el alcalde disimuló. Las criaturas de ambos sexos se amaron en el parque, oyeron música en el parque, vivieron una euforia colectiva en el parque. Probaron incluso a cambiar de sexo, ropas, gustos, ideas y cada vez les funcionó mejor. “Es la posmodernidad”, decían. Por el día los niños seguían jugando sus juegos inocentes.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>Recuerdo caminar por el parque, veo mis piernas descubiertas, las medias blancas, los zapatos negros y ortopédicos, excelentes para aplastar las bolichas verdes.</i><br> <i>— Te voy a mirar jugar desde aquí, mientras leo este libro.</i><br> <i>— Sí, papi, demórate bastante.</i><o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>— Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras.</i><o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>— Yo traje el bate, y voy a jugar.</i><o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>— Está bien, pero te toca pichear y trata de hacerlo bien.</i><o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>— Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras.</i><br> <i>— ¿Tú tienes novia?</i><br> <i>— No.</i><br> <i>— ¿Pero alguien te gusta, no?</i><br> <i>— Sí, es Yudenia.</i><br> <i>— Vaya, loco. ¿Tú sabes cómo tienes que tocarla?</i><br> <i>—Ella no me quiere.</i><o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>— Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras.</i><o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>—Este hombre no quería ser hipócrita en un libro escrito para los niños, por eso dejó de escribir la revista, este hombre es el más sincero…</i><br> <i>— ¿Y qué cosa es el temor de Dios?</i><br> <i>—Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras.</i><br> <i>— Este es el juramento del servicio militar, tienes que leerlo con énfasis. ¡Qué vibren tus palabras! </i><br> <i>— No puedo, está muy mal escrito, no me conmueve.</i><br> <i>— Pero este es un día glorioso, ¿entiendes?</i><br> <i>— Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras.</i><br> <i>— Mira, Liudmila, yo te quise mucho, pero ya se terminó.</i> <br> — Adiós infancia, ojalá que te recuerde en mi vejez con amor…<br> <i>— Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras.</i><br> <i>— Janet, nos casamos en septiembre.</i><br> <i>— Pero… y la gente, y el cura…</i><br> <i>—Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras. Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras. <o:p></o:p></i></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i>Aplasta las verdes, que son las que suenan mejor, las rojas están maduras.</i><o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>Luego vino el alcalde a decir que teníamos que construir un parque más elegante, que las minas estaban dando oro de nuevo, y que esas ganancias serían invertidas en favor del pueblo:<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><i> — </i>Vamos a construir una glorieta en el centro del parque.<br> <i> —</i>Señor alcalde, ¿y los aparatos para jugar los niños?<br> <i> — </i>Los trasladamos al otro parque.<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'> <i>—</i> Pero, señor, siempre han estado aquí.<br> <i>—</i>No importa. Hay que hacer una glorieta. ¿Para qué sirve una glorieta?<br> <i>—</i>Para que toque en ella la Banda Municipal de Conciertos.<br> <i>—</i>Muy bien, hay que dar cultura al pueblo.<br> <i>—</i>Pero, señor, no tenemos Banda Municipal.<br> <i>—</i>Bien, pues la importamos. ¡Para el pueblo lo mejor!<br> <br> <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal align=center style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal'>[UN PERIODISTA CRITICÓ LOS PROCEDIMIENTOS POLÍTICOS DEL ALCALDE DEL TÉRMINO MUNICIPAL Y SE TOMÓ<br> LA JUSTA MEDIDA DE CERRAR EL DIARIO]<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><br> Y se llevaron los aparatos, pero no hubo glorieta. Y años después, el alcalde volvió a poner los aparatos y las luces, y los niños jugaron y las criaturas nocturnas seguían en lo suyo. Y sí pasó la guerra, aunque no vimos nunca el mar, y el parque se volvió una gran barricada. Y todos nos dimos las manos y luchamos contra el enemigo. Y cuando el enemigo nos dejaba cantábamos canciones de amor y de combate, y a veces también hacíamos el amor. Si nos faltaba un brazo el de al lado nos prestaba el suyo. Si teníamos hambre nos consolaba que el de al lado también la tuviera. Y a veces el enemigo éramos nosotros y nosotros a veces éramos nosotros. Y vinieron días y noches. Y se hizo la luz y se hizo la sombra. Y la muerte venció al amor. Y no me acuerdo del final de la historia, o he querido olvidarlo. Y quiero irme del parque, y a veces quiero ser un árbol y quedarme quieto. Y no sé si una bomba me arrancó las raíces o destruyó mi cabeza. Y no sé si esto es el parque o es el cementerio del pueblo. Ya no sé qué es lo más importante de mi pueblo: ¿el cementerio o el parque? Ya no sé.<br> <br> <o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><b><span style='font-size:10.0pt'>Pueblo Blanco, agosto 2005<o:p></o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><b><span style='font-size:10.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><b>Osvaldo Gallardo<o:p></o:p></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'><b><span style='font-size:10.0pt'><o:p> </o:p></span></b></p> <p class=MsoNormal style='margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal'>Nota: Este texto es la plataforma inicial de una crónica que ya publiqué en esta página, <i>El sitio donde también (sic) se está</i>, aquella es la subordinación lírica de esta “ironía trágica”, esta puede ser cualquier historia de cualquier pueblo, de cualquier parque, de cualquier época. ¿Es acaso mi parque, mi pueblo, mi país? ¿Es acaso mi historia?<o:p></o:p></p> <p class=MsoNormal><span style='font-size:12.0pt;line-height:115%'><o:p> </o:p></span></p> <p class=MsoNormal><o:p> </o:p></p> <p class=MsoNormal align=center style='text-align:center'><o:p> </o:p></p> </div> Osvaldo Gallardo Gonzálezhttp://www.blogger.com/profile/06738100607201537315noreply@blogger.com0